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MI COLECCION LE MANS EN SLOT A ESCALA 1:32

sábado, 12 de diciembre de 2009

SALEEN S7R de Mulsanne Stone, Ab Le Mans 2001 #62.

La miniatura.
Os presento mi primer (y sencillísimo) proyecto, acabado hace ya un tiempo y que quiero dedicarlo a mis amigos Jordi, Juanjo y especialmente a Enric. Todos ellos me han animado y mimado constantemente, me han enseñado (con muuuuuuuuucha paciencia) lo poco que sé, me han aconsejado, me han ayudado y algo que tanto valoro: SIEMPRE han contado conmigo.


Como podéis deducir por el título del post, se trata de un Saleen S7R, el #62 de la escudería RML que participó en la edición 2001 de las 24 Horas de Le Mans. A los mandos de este GT pilotaban los británicos Ian McKellar y Johnny Mowlem y el belga Bruno Lambert. A pesar de que realizaron una buena carrera, en competencia contra los indestructibles Corvette C5-R, debieron abandonar en la decimosexta hora de carrera, cuando iban novenos de la general y segundos en la categoría LM GTS.


Para realizar este proyecto partí de un Saleen S7R de Fly. Desmonté chasis, cristales, luces, etc… Lijé suavemente la carrocería con estropajo (el de pulir suelos) lo justo para matarle el brillo y la metí en el lavavajillas. Le dí dos capas de imprimación Citadel, varias de pintura Tamiya hasta cubrir bien. Una vez seca, calcas Pattos regalito de mi amiguete Joeslot, al que le estoy infinitamente agradecido. Una fina capa de barniz Tamiya para que no se estropeen las calcas y finalmente una ligerísima pasada de pulimento líquido Titanlux, para que coja más brillo.



Espero que os guste… y ahora ¡¡¡¡LA CARRERA!!!!

Le Mans 2001.
Antecedentes.
La gran novedad de la categoría LM GTS de la edición 2001, el Saleen S7R, fue la sensación desde su presentación en agosto de 2000 en el circuito de Laguna Seca. Y desde su primera salida en competición, se mostró bastante más rápido a una vuelta que sus rivales, los Chevrolet Corvette C5-R y los Chrysler Viper GTS-R.


Fruto de la colaboración entre los despachos de estudios de Saleen en California y de Ray Mallock en Gran Bretaña, el S7R se caracterizaba por una línea que hacía pensar a la vez en el McLaren F1 GTR y en el Jaguar XJ220. Montado alrededor de un chasis tubular de acero, aluminio y paneles de composite, estaba propulsado por un V8 de 10 válvulas por cilindro, derivado de un bloque Ford en el cual los ingenieros de Saleen habían creado sus propias piezas, consiguiendo que el coche alcanzara una potencia de 600 Cv a 6400 r.p.m. La caja de velocidades era una X-Trac transversal de 6 marchas y los frenos unos Brembo de carbono.

En la edición del año 2001 de las 24 Horas de Le Mans partieron tres Saleen S7R:
  • #60 del team Saleenallen Speeddlab (USA) pilotado por Franz Konrad, Terry Borcheler y Oliver Gavin.
  • #61 del team Konrad Motorsport (ALE) pilotado por Charles Slater, Walter Brun y Toni Seiler.
  • #62 del team RML (GB) pilotado por Ian McKellar, Bruno Lambert y Johnny Mowlem.



Los dos Saleen que representaban oficialmente al constructor americano pesaban 1152 kilos cada uno, equipados con neumáticos Goodyear, mientras que el británico no excedía de los 1119 kilos. Nuestro protagonista venía equipado con inyección Motec, bujías Champion, faros Hella, amortiguadores Koni, frenos Brembo, llantas OZ y, “lógicamente”, neumáticos Dunlop.

Ray Mallock (que ha pilotado innumerables veces en las 24 Horas de Le Mans) participó en la fabricación del Saleen en sus talleres de Gran Bretaña. El coche fue terminado en la semana que precedió a la prueba de Donington, haciendo un buen debut en la misma. Ray Mallock es, naturalmente, el director de RML (Ray Mallock Limited), Phil Barrer es su ingeniero jefe y Graene May su jefe de mecánicos.

Entrenamientos.
En la parrilla de salida se confirmaban las cronos a una vuelta logradas tanto en Sebring como en los entrenamientos preliminares de Le Mans celebrados el 6 de mayo: el Saleen era el más rápido de los LM GTS. Olivier Gavin, curiosamente uno de los debutantes en esta carrera, con un tiempo estratosférico de 3.52.849 distanció al más rápido de los Corvette en más de 2 segundos, pulverizando en 3.478 el récord del año anterior. No obstante, se desconocía la fiabilidad de los Saleen sobre una carrera de 24 horas.


Por cierto, el mejor crono de mi #62 lo hizo Johnny Mowlem, parando el reloj en unos modestos 3.58.626, consiguiendo el 32º mejor tiempo de la parrilla…

Carrera.
La categoría LM GTS estaba compuesta totalmente por coches americanos. La batalla de tres marcas USA prometía y se esperaba una lucha encarnizada entre los Corvette oficiales, los Viper victoriosos los tres últimos años y los Saleen motorizados con un Ford 7 litros en posición central trasera.


La experiencia nos dice que una carrera jamás se gana hasta que no se franquea la línea de llegada. Pues cuando todavía era necesario pasar por la línea de salida, en plena vuelta de calentamiento, el Saleen de Lambert “estacionó” en la curva llamada Indianápolis. Nuestro protagonista empezaba con mal pie. Esta salida de pista era la prueba de que el asfalto no se encontraba totalmente seco.

Tras este incidente, algunos no se dieron por aludidos y al cuarto de hora de carrera, varios coches se vieron implicados en una salida de pista múltiple en Arnage, debido al estado resbaladizo del firme. Este accidente ocurrido a primera hora de carrera fue determinante para el resultado final de la categoría LM GTS, como veremos más adelante.

Quedaron “fuera de combate” el Viper #57 conducido por Terrien y el Saleen #61 pilotado por Seiler. Uno y otro entraron en boxes con los coches seriamente dañados y ambos sin el capó delantero. El Viper #58 de Christophe Bouchout también salió muy perjudicado de este rocambolesco accidente múltiple… pagándolo muy caro finalmente.


Pasadas las cinco horas de carrera, en el seno del equipo RML se dieron cuenta de que no les era nada fácil seguir a los Corvette, situados por delante a tres y a dos vueltas respectivamente. Menos aún cuando, en manos de Lambert, sufrieron una avería “escogiendo” el peor momento de la carrera, en plena tormenta de agua/nieve.

Sobre las tres de la mañana, los dos Corvette estaban separados por dos vueltas, situados en la octava y en la novena plaza. Los Saleen no habían dicho la última palabra. El Corvette #64 se debió parar por problemas en la caja de cambios, siendo rebasado por los S7R del team RML y del Konrad Motorsports.

Sin embargo, para el coche británico #62 (nuestro ilustre protagonista) se trataba de un “canto de sirenas”, ya que recién entrada la mañana debía abandonar definitivamente su segunda plaza con el V8 muy dañado. Abandonó en la decimosexta hora de carrera cuando iba noveno de la general y segundo de la categoría LM GTS. Nuestro Saleen hacía el 24º abandono oficial de carrera.


Desde las cinco de la mañana siempre se encontró el Saleen superviviente entre los dos Corvette. Pero la mala suerte se cebó con el equipo americano, pues mientras Borcheller rodaba con su máquina en la décima posición, sufrió un gravísimo problema de motor, que les forzaba prácticamente al abandono. Y como el daño era casi irreparable, el equipo californiano en bloque decidió irse a descansar a boxes, esperando tranquilamente el final de la competición. Volver a salir para hacer una simple vuelta equivaldría a subir al podium de la categoría, pues el siguiente clasificado, el Viper del Team Larbre Competition, estaba muy lejos. ¿El motivo? Estuvo parado en boxes más de dos horas como consecuencia de la mencionada salida de pista múltiple en Arnage y ya no pudo recuperar el tiempo perdido. Ese maldito accidente al cuarto de hora de carrera le había apeado del podium.

Como el último Saleen superviviente estaba “inmovilizado” en boxes, no era cuestión de que los Corvette arriesgaran su victoria en la categoría. Los dirigentes del equipo Corvette jamás habían visto este escenario al que asistían: como sus coches habían recorrido un número suficiente de vueltas como para no ser alcanzados por sus inmediatos adversarios, fueron parados y retenidos en sus boxes durante más de una hora. ¡¡¡Vaya falta de ambición y de deportividad dirán algunos!!! Pues sí, a las 13:48, los dos C5R fueron “prudentemente” llamados a boxes para una revisión general, en el curso de la cual el embrague del #64 fue cambiado por tercera vez.

Tras esta “discutible” estrategia, Pilgrim-Freon-Collins perdieron su 10º puesto, pasando a ser 15º. Y qué decir de Fellows-O’Conell-Pruett, que pasaron de ser quintos a octavos, ya que el Reynard 2KQ de Gené (a la postre, ganadores de la categoría LM P675) y los dos mejores Porsche GT3 aprovecharon la circunstancia para distanciarse definitivamente de ellos.

Habían igualado la “performance” de un Corvette debutante pilotado aquí, en 1960, por los “Cunningham Boys” John Fitch y Bob Grossmann. No obstante, para la marca de Detroit lo fundamental era la victoria de categoría y no la clasificación general.


Una tercera plaza siempre es buena para tenerla y para explotarla comercialmente y el Saleen S7R #60 pilotado por Borcheller volvió a salir de su box, tras más de 4 horas de espera, camino de alcanzar el podium de la categoría LM GTS y la decimoctava plaza general. Para el constructor californiano esta posición ya era muchísimo mejor que la de 1997 cuando, en su única aparición en la Sarthe, ningún coche de la marca pudo terminar.


Resultado final categoría LM GTS.
  • #63 Chevrolet Corvette C5-R Corvette Racing (USA) 8th (1st).
  • #64 Chevrolet Corvette C5-R Corvette Racing (USA) 14th (2nd).
  • #60 Saleen S7R Saleenallen Speeddlab (USA) 18th (3rd).
  • #58 Chrysler Viper GTS-R Larbre Competition-Chereau (FRA) 20th (4th).
  • #62 Saleen S7R RML (GB) Ab (válvulas).
  • #55 Chrysler Viper GTS-R Paul Belmondo Racing (FRA) Ab (salida de pista).
  • #56 Chrysler Viper GTS-R Paul Belmondo Racing (FRA) Ab (radiador).
  • #61 Saleen S7R Konrad Motorsport (ALE) Ab (accidente).
  • #57 Chrysler Viper GTS-R Equipe de France FFSA (FRA) Ab (accidente).
Por último, no me he podido resistir a incluir una foto de Thierry Charge de uno de los personajes indiscutibles en Le Mans: las Hawaiian Tropic.

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