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domingo, 7 de marzo de 2021

FIAT 642 RN2 Bartoletti, Officine Alfieri Maserati, de MMK


Fiat 642 RN2 Bartoletti.
Officine Alfieri Maserati.
1957-1967.
S/Ref.  de MMK.
(Colección Mulsanne Stone).

Siempre en ruta.
Los calendarios de carreras de Ferrari y Maserati eran extenuantes, carreras en prácticamente todas las categorías automovilísticas que obligaban a sus prototipos a vivir en la carretera, debiendo ser reparados, o puestos a punto, entre carrera y carrera, sin tiempo para retornar a fábrica, salvo accidente o incendio.

Los antiguos camiones del transporte de sus máquinas de competición, en su mayoría alquilados, se habían quedado obsoletos. Los primeros vehículos concebidos de forma exclusiva para el transporte de autos de competición utilizados por las escuderías vivieron su época dorada en los años 50 y 60. Eran modelos únicos y construidos por expreso encargo de los propios equipos. Pronto la moda de los vehículos de transporte especiales, de diseño único, se trasladó a todas las escuderías. Todos los equipos querían contar con un chasis especialmente carrozado.


Quizás uno de lo modelos más famosos fue el encargado por la Scuderia Ferrari para el transporte de sus prototipos, que prestó sus servicios entre 1957 y 1967. Fue construido sobre un chasis de autobús Fiat tipo 642 RN2 por la empresa Carrozeria Bartoletti, un especialista en vehículos industriales de la ciudad de Forly, Módena. Una tarea en la que el carrocero italiano tenía experiencia, pues ya había realizado este tipo de vehículos, en especial para la propia Fiat, utilizados para el transporte de sus coches de serie. Este nuevo camión era una pequeña evolución del anterior: bajo la premisa de poder transportar 3 vehículos, se redujo la capacidad porta-coches para cederla a mecánicos y utillaje.

Ferrari encargó cuatro unidades: dos para el transporte de sus vehículos de competición y dos más para el transporte de carrocerías. Las primeras estaban dotadas de cabinas con doble fila de asientos (conductor, copiloto y ocupantes) más un espacio cerrado dedicado a almacén de repuestos y taller. Las otras dos unidades transportaban carrocerías a Maranello, principalmente procedentes de los talleres de Scaglietti (Módena).



El camión de Maserati.
Maserati, a la vista de los camiones carrozados para Ferrari, encargó el suyo, pero pintado con sus colores corporativos, en una combinación de azul y amarillo. Aunque a simple vista los camiones utilizados por Ferrari y Maserati parecían idénticos (su motor diésel de Fiat era igual en todas las versiones), las decoraciones eran muy diferentes. También había multitud de pequeños detalles en los compartimentos de almacenamiento y en la propia cabina que les daban personalidad propia, pues se utilizaban con mucha asiduidad para acudir a los circuitos.

El modelo era de carrocería abierta y tenía dos pisos, pudiendo transportar hasta tres autos. Aparte estaba el propio habitáculo y una pequeña estancia, la cual era utilizada para diversos motivos: oficina, almacén o incluso como improvisado dormitorio. El camión montaba un motor Fiat diésel de seis cilindros en línea, de 6.6 litros y 92 CV de potencia, pudiendo alcanzar una velocidad máxima de 85 Km/h.

Bartoletti también construyó otro transporte similar para el equipo de Carroll Shelby, aunque en este caso con tres ejes. El Fiat 642 RN2 Bartoletti de la Scuderia Ferrari se encuentra actualmente expuesto en el Museo de la Técnica de Sinsheim, en Alemania. Dicho camión realizó una aparición estelar en la mítica película 'Grand Prix', en una escena en que se lo ve llegando al Autódromo de Monza.

Tanto el camión de Ferrari como el de Maserati se convirtieron en protagonistas de los boxes, sirviendo al mismo tiempo de gran valla publicitaria, no sólo en cada circuito, sino también en carretera y en cada área de servicio en la que paraban de camino a sus destinos. Los camiones de transporte siempre estaban a pie de pista lo que acabó por convertirlos en talleres y hoteles móviles. Su amplia capacidad y la amplitud de las cabinas dobles permitían a los equipos descansar los fines de semana. Fueron realmente el centro de operaciones de las marcas y escuderías en su época y un digno medio de transporte de los coches de competición.

La miniatura.
Hoy en día, los aficionados al mundo del automóvil que además son coleccionistas de modelos a escala, han descubierto la belleza y diseño de estos antiguos camiones. De entre todas las marcas destacan, sin duda, Ferrari y Maserati que intentaban plasmar en sus camiones de transporte la atracción que causaban sus propios modelos de competición.

La miniatura que os presento es el camión de transporte Fiat 642 RN2 de la Officine Alfieri Maserati. Una pieza de gran factura fabricada por la marca francesa MMK que, como ya sabéis, fue creada por Victor Di Natali, artesano que modeló para Provence Moulage durante más de una década. MMK se ubica en Marsella y está especializada en la fabricación de prototipos que compitieron en Le Mans entre 1950 y 1970. También se dirigió posteriormente en la construcción de camiones de transporte, entre los que destaca esta miniatura.

La carrocería está fabricada en resina, impecablemente pintada y decorada. Ésta se asienta sobre un chasis plano hecho a medida; una segunda pieza oculta el resto de los bajos, a modo de fondo plano. La mecánica es la habitual de MMK: motor tipo Mabuchi, corona de aluminio y ejes de acero. Llantas a medida pintadas, cubiertas obviamente con neumáticos de talla de camión. Suficiente para que la pieza gire dignamente por nuestras pistas de slot.

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