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sábado, 28 de junio de 2025

American Idiot: guitarras distorsionadas y letras incendiarias.


Green Day – American Idiot.
Formato: 2 x Vinyl, LP, Album.
Edición: 4 octubre 2004 - Europe.
Sello: Reprise Records 9362-48777-1, Reprise Records 48777-1.
Género: Rock.
Estilo: Punk, Pop Rock, Pop Punk.
(Colección Vynil 33 de Mulsanne Stone).

Los orígenes. Del punk de garaje al éxito global.
A principios de los años 90, tres chavales de Berkeley (California), Billie Joe Armstrong, Mike Dirnt y Tré Cool, estaban a punto de convertirse, sin saberlo, en los nuevos portaestandartes del punk americano. Criados en la escena underground del club 924 Gilman Street, Green Day comenzó como una banda de adolescentes enérgicos influenciados por The Clash y Ramones.

Su debut con Dookie en 1994 fue una explosión: 20 millones de copias, un Grammy y el punk, de pronto, era mainstream. Pero tras ese boom, los años siguientes estuvieron marcados por altibajos, críticas por “venderse”, y discos que no terminaban de despegar (Warning, 2000, fue tibio en recepción). Green Day estaba en una encrucijada: o se reinventaban o se extinguían como otros grupos noventeros.


American Idiot: la revolución musical.
En 2004, en plena era Bush, mientras Estados Unidos se dividía por la Guerra de Irak y el discurso político se polarizaba, Green Day respondió como mejor sabían: con guitarras distorsionadas y letras incendiarias. Así nació American Idiot, un álbum conceptual, una especie de ópera punk que narraba el viaje de un joven (Jesús de los Suburbios) a través del caos, la alienación y la rabia.

El disco, producido por Rob Cavallo y la propia banda, supuso un salto tanto lírico como musical. Aquí no solo había trallazos de punk: también había baladas épicas, suites de nueve minutos y una narrativa sólida y comprometida. El grupo pasó de cantar sobre marihuana y chicas a hacer una crítica frontal a los medios de comunicación, el conformismo y la política estadounidense.


Las canciones: himnos de una generación.
"American Idiot" es el tema que da título al álbum, un misil directo a la televisión basura y al nacionalismo ciego. Un "no me representan" cantado a todo volumen.
"Jesus of Suburbia" una suite de 9 minutos dividida en cinco partes. La historia de un joven sin rumbo, atrapado en un mundo de drogas, desilusión y rebeldía. Una joya.
"Boulevard of Broken Dreams" es sin duda la más introspectiva del álbum. Un himno melancólico sobre sentirse solo incluso rodeado de gente. Ganó el Grammy a Grabación del Año.
"Holiday" y "Wake Me Up When September Ends": La primera, sarcástica y feroz; la segunda, triste y personal, escrita por Billie Joe tras la muerte de su padre.
"Homecoming": Otra pieza dividida en actos, que cierra el viaje emocional del protagonista y recuerda a The Who y su Quadrophenia.

Aunque oficialmente Green Day es un trío, en American Idiot trabajaron con el guitarrista Jason White (habitual en directo) y con el teclista Jason Freese, además de usar secciones de cuerdas, arreglos de piano y coros que dieron una riqueza sonora impensable en sus primeros discos.



La crítica fue unánime. American Idiot no solo fue el mejor disco de Green Day desde Dookie, sino que superó todas las expectativas. Revistas como Rolling Stone y NME lo incluyeron en sus listas de los mejores discos del año y de la década. Fue disco de platino en múltiples países y ganó el Grammy a Mejor Álbum de Rock. Los fans lo adoraron, y muchos nuevos oyentes, conectaron con la historia y el sonido. El disco llegó al nº1 en EE. UU. y Reino Unido, y vendió más de 16 millones de copias en todo el mundo.

Tal fue el impacto de American Idiot que se convirtió en un musical de Broadway en 2010, con canciones del álbum. La crítica lo abrazó y fue nominado a varios premios Tony. Incluso se adaptó para giras internacionales. Además, el disco influyó a una nueva generación de bandas emo-punk y pop punk, desde My Chemical Romance hasta Fall Out Boy, y demostró que el punk podía ser político, ambicioso y teatral sin perder su esencia.


En 2004, el panorama musical estaba dividido entre el hip hop, el pop comercial y un rock algo descafeinado. Green Day irrumpió con un álbum que devolvía el foco a la crítica social, algo que pocos hacían desde Rage Against The Machine o Pearl Jam. En plena reelección de George W. Bush y con Irak en llamas, American Idiot fue una bofetada necesaria. Muchos lo comparan con lo que hizo Bruce Springsteen en Born in the U.S.A., pero con menos ambigüedad: aquí el mensaje era directo y sin filtro.




American Idiot es un álbum que marca un antes y un después. Green Day logró lo que muchos no consiguen: madurar sin perder el alma. Combinaron la urgencia del punk con una narrativa casi teatral, y le dieron a una generación una banda sonora para gritar, llorar y pensar.

Es un disco que no solo envejece bien: sigue vigente. Sus letras sobre manipulación mediática, alienación social y juventud perdida no han perdido fuerza. Y eso lo convierte en un clásico moderno.

miércoles, 18 de junio de 2025

The Velvet Underground & Nico: antes del punk ya estaban ellos.


The Velvet Underground & Nico - The Velvet Underground & Nico.
Formato: Vinyl, LP, Album, Reissue, Remastered, Repress, Stereo, 45th Anniversary Version, 180 g, Gatefold.
Serie: Back to Black.
Edición: 20 junio 2015 – Europe.
Sello: Verve Records - 371 710-8, Verve Records – 0602537171088.
Género: Rock.
Estilo: Art Rock, Avantgarde, Experimental.
(Colección Vinyl 33 de Mulsanne Stone).


Una portada con un plátano amarillo sobre fondo blanco, firmada por Andy Warhol, rompía todos los esquemas del diseño gráfico en la industria musical. No solo por su minimalismo provocador, sino también porque la edición original permitía pelar el plátano mediante un adhesivo, revelando una fruta de color carne debajo, en una clara insinuación erótica. Cuando en 1967 se publicó The Velvet Underground & Nico, muy pocos imaginaron que ese disco acabaría siendo una piedra angular para las generaciones de músicos que vendrían después.

Era un artefacto sonoro y visual tan insólito que parecía no encajar en su tiempo: un artefacto artístico total, mucho más allá de lo meramente musical. Un plátano sexualmente sugerente en la portada, un productor que era más artista plástico que ingeniero musical (Andy Warhol), y un conjunto de canciones que se movían entre lo experimental, lo marginal y lo abiertamente provocador.


El disco pasaría desapercibido comercialmente en su momento; no fue un éxito de ventas, ni sonaba en la radio, ni llenaba estadios, pero acabaría por influir a generaciones enteras de músicos con su sonido crudo, sus letras oscuras y su actitud desafiante. Sus reverberaciones llegaron lejos, hasta moldear los cimientos de lo que, una década después, conoceríamos como punk rock.

Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison y Maureen Tucker formaban The Velvet Underground, un grupo tan opuesto al ideal del "pop de masas" que casi parecía una declaración de guerra contra la industria. A ellos se unió brevemente Nico, la misteriosa cantante alemana de voz grave e hipnótica, apadrinada por Warhol. El resultado fue un collage sonoro que alterna belleza minimalista con ruido abrasivo, sensibilidad poética con oscuridad urbana.

Desde la hipnótica "Sunday Morning" hasta el cataclismo sonoro de "Heroin" o el ataque rítmico machacón de "I'm Waiting for the Man", el álbum explora la marginalidad sin moralina: drogas, prostitución, violencia, fetichismo... bajo una pátina de honestidad brutal. Aquel realismo sucio, cargado de alienación y belleza decadente, era un puñetazo en la cara a la psicodelia optimista de la Costa Oeste. Aquí no había árboles parlantes ni viajes lisérgicos, sino callejones oscuros y desesperación silenciada.



El disco es también pionero en su uso del ruido como lenguaje emocional. El violín distorsionado de Cale en "Venus in Furs", el ritmo casi tribal de Tucker en "European Son" o el feedback de la guitarra de Reed al acercarla intencionadamente a los altavoces en "Black Angel's Death Song" rompen las reglas de la música pop y anticipan la estética punk: hazlo tú mismo, sin pedir permiso y sin preocuparte por sonar "bonito". Aunque no era punk en el sentido musical del término, The Velvet Underground & Nico es su espíritu puro: irreverente, marginal, despojado y profundamente auténtico.

Lo que en su día fue un fracaso comercial es hoy una obra reverenciada, un álbum de culto, transmitido de oído en oído. Brian Eno lo resumió con su famosa frase: "Apenas lo compraron diez mil personas, pero todos ellos formaron un grupo". El legado de este trabajo se extiende por el punk de Nueva York (Ramones, Television, Patti Smith), el post-punk británico (Joy Division, Wire), el noise rock (la distorsión como estética de Sonic Youth) y hasta la música alternativa de los 90 (Nirvana, Radiohead).

Es el ejemplo perfecto de cómo el arte radical, aunque minoritario, puede cambiar el mundo desde los márgenes. Suena crudo, desafinado y desconcertante, pero también libre, honesto y visceral. The Velvet Underground & Nico no se propuso ser punk, pero su existencia misma fue un acto de rebeldía. Su valor está en la libertad que inspiró. Este disco no gritaba como lo haría el punk pocos años después, pero ya tenía esa mirada desafiante, esa forma de usar el ruido como arma y de hablar de lo que nadie quería oír. Si el punk fue un incendio, The Velvet Underground & Nico fue la chispa en la oscuridad.

Y en el centro de ese legado permanece la figura enigmática del plátano de Warhol, convertida en símbolo visual de todo un movimiento: una declaración de principios sobre el arte, la provocación y la ruptura con lo establecido. Escuchar hoy The Velvet Underground & Nico es mucho más que una experiencia musical: es sumergirse en el nacimiento de una contracultura sonora y visual que todavía resuena. El plátano sigue ahí, intacto y desafiante, como un tótem pop que nunca se marchita.



Lista de canciones.

Side 1:
1. Sunday Morning (Lou Reed, John Cale).
2. I’m Waiting for The Man (Lou Reed).
3. Femme Fatale (Lou Reed).
4. Venus in Furs (Lou Reed).
5. Run Run Run (Lou Reed).
6. All Tomorrow’s Parties (Lou Reed).

Side 2:
1. Heroin (Lou Reed).
2. Ther She Goes Again (Lou Reed).
3. I’ll Be Your Mirror (Lou Reed).
4. The Black Angel’s Death Song (Lou Reed, John Cale).
5. European Son to Delmore Schwartz (Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison, Maureen Tucker).

martes, 10 de junio de 2025

La despedida más ruidosa del infierno: el viaje de The Black Parade.


My Chemical Romance – The Black Parade.
Formato: Vinyl, LP, Single Sided, Etched, All Media, Album, Reissue.
Edición: 8 febrero 2015 - Europe.
Sello: Mercury - 6748713.
Género: Rock.
Estilo: Emo, Pop Punk, Alternative Rock.
(Colección Vinyl 33 de Mulsanne Stone).

Hay discos que cuentan historias y hay discos que se convierten en historias. The Black Parade, el tercer álbum de My Chemical Romance, lanzado en 2006, no es simplemente una colección de canciones: es una ópera punk, un manifiesto emocional disfrazado de funeral. Suena como Queen con rabia adolescente, como Bowie reencontrándose con el nihilismo, como si Pink Floyd se hubiera metido en una chaqueta militar rota y maquillaje corrido. Un viaje tan teatral como sincero, tan ruidoso como vulnerable.

Tras el éxito de Three Cheers for Sweet Revenge en 2004, la banda liderada por Gerard Way no quería grabar simplemente otro disco punk. Querían una declaración. The Black Parade nació del caos personal, del agotamiento de las giras, del alcoholismo de Way y de su búsqueda desesperada por transformar la oscuridad en arte. Producido por Rob Cavallo (Green Day, Goo Goo Dolls), el disco fue grabado en los estudios El Dorado de Los Ángeles, entre ruinas emocionales y una ambición sonora que desbordaba los límites del género emo.



El álbum gira en torno a "The Patient", un personaje ficticio que muere de cáncer y cuyo paso al más allá es narrado como una macabra parada militar. Cada canción representa una etapa en su viaje emocional: negación, ira, aceptación, rebeldía. Es un homenaje a los discos conceptuales de los 70, pero repleto de guitarrazos, dolor existencial y una estética visual de carnaval siniestro. "When I was a young boy..." se convirtió en un grito generacional.


Musicalmente, The Black Parade es una amalgama de estilos: punk emocional, glam rock, hard rock, rock sinfónico, incluso cabaret. Las guitarras distorsionadas con fuzz (ese efecto saturado y sucio que suena como una radio encendida en medio de una tormenta) le dan una textura rugosa, intensa, a veces abrasiva. Las baterías marciales y las voces desgarradas crean una atmósfera teatral y a la vez profundamente honesta. Hay referencias evidentes a Queen (Welcome to the Black Parade), a The Wall de Pink Floyd (Sleep), a David Bowie (Mama), y también a los himnos emocore que ellos mismos ayudaron a popularizar.

My Chemical Romance nació en Nueva Jersey en 2001 y se componía, en su formación clásica, de Gerard Way (voz), Ray Toro (guitarra solista), Mikey Way (bajo), Frank Iero (guitarra rítmica) y Bob Bryar (batería). En este disco, cada miembro brilla: Ray Toro despliega solos melódicos e incendiarios, Iero aporta la base punk cruda, y Gerard ofrece su mejor interpretación vocal hasta la fecha, a medio camino entre Freddie Mercury y un adolescente gritando desde su habitación oscura.


The End. abre el álbum como una bienvenida fúnebre y teatral al universo del paciente. Dead! lanza un riff explosivo y un sarcasmo negro que convierte la muerte en fiesta. This Is How I Disappear es una avalancha de guitarras demoledoras que explora la pérdida del yo. En The Sharpest Lives, la autodestrucción se convierte en una danza frenética. Y entonces llega Welcome to the Black Parade, un himno generacional que arranca con piano triste y explota en un desfile de redención.


La siguiente secuencia muestra la amplitud emocional del disco. I Don't Love You es una balada amarga sobre la desconexión afectiva. House of Wolves se lanza con groove diabólico y swing infernal. Cancer, en cambio, es puro minimalismo emocional: piano, voz y verdad cruda. Mama se convierte en un cabaret infernal, con Liza Minnelli como invitada espectral. Sleep construye una atmósfera asfixiante con grabaciones de pesadillas reales. Teenagers satiriza con humor oscuro la paranoia adulta con aroma a rock clásico. Disenchanted es un suspiro de desencanto ante la fama y el vacío. Y Famous Last Words cierra el disco con potencia, rabia y una luz de esperanza: sobrevivir, a veces, es el mayor acto de rebeldía.


The Black Parade fue un éxito comercial y crítico. Alcanzó el n.º 2 en Estados Unidos y el n.º 1 en Reino Unido. Más allá de cifras, se convirtió en un refugio emocional para toda una generación de adolescentes marcados por la ansiedad, la soledad y la necesidad de pertenencia. Influenció a bandas como Panic! At the Disco, Twenty One Pilots o incluso artistas de pop alternativo como Halsey. Hoy es visto como el último gran álbum conceptual del rock mainstream: My Chemical Romance consiguió colar un álbum oscuro, teatral y complejo en el corazón del público masivo.



Tras este disco, MCR lanzó Danger Days en 2010, un álbum más colorido y distópico, pero que no tuvo el mismo impacto emocional. Se separaron en 2013, dejando un hueco en el corazón de muchos fans. Su reunión en 2019 fue celebrada como el regreso de unos héroes caídos. Desde entonces, viven en un limbo creativo donde cada aparición en vivo es un acto de culto.

The Black Parade es un disco sobre la muerte, pero también sobre el valor de vivir con todas sus cicatrices. Un desfile de fantasmas que nos recuerda que el arte puede salvarnos del abismo. Y que, como canta Gerard Way al final: "I am not afraid to keep on living" (No tengo miedo de seguir viviendo).

jueves, 5 de junio de 2025

El viaje íntimo y épico de Elton John y Bernie Taupin.


Elton John – Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy.
Formato: Vinyl, LP, Album, Reissue, Remastered, Gatefold.
Edición: 3 agosto 2018 - Europe.
Sello: Mercury - 6748713.
Género: Rock.
Estilo: Pop Rock, Classic Rock.
(Colección Vinyl 33 de Mulsanne Stone).

En 1975, mientras el glam rock brillaba, el punk comenzaba a asomar y muchos artistas publicaban álbumes sin alma solo por cumplir calendario, Elton John hizo lo contrario: se detuvo, miró hacia atrás y creó su obra más personal y ambiciosa. Así nació Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy, un disco conceptual que no solo narraba la historia de sus primeros años junto a su inseparable letrista Bernie Taupin, sino que también abría una ventana íntima a sus frustraciones, dudas, logros y batallas internas. Fue un acto de honestidad brutal envuelto en orquestaciones brillantes, melodías complejas y letras profundamente evocadoras.


Elton John ya era una superestrella cuando se encerró a grabar Captain Fantastic en los estudios Caribou de Colorado. Tras éxitos como Goodbye Yellow Brick Road o Caribou, nadie esperaba que se apartara del camino fácil. Pero Elton y Bernie Taupin quisieron contar su historia desde el principio: la de dos jóvenes soñadores que, a finales de los años 60, intentaban sobrevivir en un Londres indiferente a su arte.

El título refleja sus alter egos: Captain Fantastic (Elton), el músico perfeccionista, y Brown Dirt Cowboy (Bernie), el poeta rural, taciturno y lírico. Musicalmente, el álbum abandona el enfoque de éxitos inmediatos. En su lugar, apuesta por una estructura cohesionada, con temas que se entrelazan y desarrollan con una riqueza melódica y emocional sin precedentes en su carrera hasta entonces.


Presentación del álbum. Publicado el 19 de mayo de 1975, el álbum fue recibido como un triunfo. Alcanzó el número 1 en las listas estadounidenses en su primera semana, un hito en aquella época, y consolidó a Elton John como el artista más influyente del momento. A diferencia de trabajos anteriores, aquí no hay un abanico de estilos diseñados para agradar a todos. Captain Fantastic es un bloque narrativo sólido, introspectivo, más cercano al rock progresivo que al pop brillante por el que Elton era conocido.

Más allá de su éxito comercial, este álbum marcó un punto de inflexión: fue el último en ser grabado con su banda clásica antes de que Elton tomara caminos más experimentales y, a veces, solitarios: Davey Johnstone (guitarra), Dee Murray (bajo), Nigel Olsson (batería) y Ray Cooper (percusión).


El disco navega entre el rock sinfónico, el folk introspectivo y el pop barroco, con momentos de puro virtuosismo pianístico y pasajes orquestales dirigidos con elegancia. Canciones como “Tower of Babel” o “Better Off Dead” ofrecen arreglos densos y oscuros, mientras que otras como “Someone Saved My Life Tonight” se abren como confesiones íntimas bañadas en luz tenue.

Los textos de Taupin son poéticos y crípticos, pero dolorosamente honestos. Hablan de inseguridad, fracaso, dependencia emocional y, en última instancia, redención. Elton pone su alma al piano, sin artificios. El resultado es un disco que no busca halagar al oyente, sino invitarlo a acompañar a dos jóvenes en su travesía por el lodo y las estrellas.

Lista de canciones.

Cara 1.
1. “Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy” abre el disco como una autobiografía en clave musical: cambios de ritmo, coros celestiales y un relato de superación.
2. “Tower of Babel” critica la hipocresía del mundo del espectáculo, con una melodía oscura y creciente.
3. “Bitter Fingers” refleja la angustia del creador que escribe por encargo, atrapado entre la necesidad de vivir y el deseo de ser auténtico.
4. “Tell Me When the Whistle Blows” es una mezcla de soul y rock urbano que clama por escapismo mientras se enfrentan la nostalgia y la decepción.
5. “Someone Saved My Life Tonight”, la joya de la corona, relata el intento de suicidio de Elton tras una relación tóxica y su renacer artístico; fue el único sencillo y alcanzó el Top 5.


Cara 2.
1. “(Gotta Get A) Meal Ticket”, gritona, sucia y poderosa: la necesidad de sobrevivir convertida en rock visceral, con guiños al glam y al sarcasmo más punk.
2. “Better Off Dead” es una miniatura macabra y mordaz sobre el fracaso, con arreglos casi de vodevil que rozan lo teatral y grotesco.
3. “Writing”. Sutil y melódica, rinde homenaje a la complicidad creativa entre Elton y Bernie, como un guiño afectuoso al arte compartido.
4. “We All Fall in Love Sometimes” muestra la complicidad creativa entre Elton y Bernie, con armonías delicadas y estructuras impredecibles. Una de las piezas más tiernas y sinceras del disco, que retrata la vulnerabilidad del enamoramiento con una delicadeza hipnótica.
5. “Curtains” cierra el álbum, es solemne y trascendental, como un adiós melancólico y luminoso al pasado, con ecos de gospel y emoción contenida. una despedida emotiva, casi litúrgica, que resume el viaje con una intensidad inesperada


La portada y su iconografía. Diseñada por Alan Aldridge, la carátula es un collage onírico e hiperbólico, lleno de referencias literarias, religiosas y psicodélicas. Elton aparece vestido como un mago de cuento, flotando en un mundo de seres fantásticos. Es una clara metáfora de su ascenso al estrellato, pero también una advertencia: el mundo del espectáculo es un circo brillante y cruel.

Aunque algunos críticos lo tildaron de pretencioso en su momento, el paso del tiempo ha elevado Captain Fantastic a la categoría de obra maestra. No es el disco más comercial de Elton, pero sí el más auténtico. Fue reeditado en 2005 con maquetas y grabaciones en vivo, y desde entonces es citado por músicos como Brandon Flowers (The Killers), Beck o incluso Thom Yorke como una de las referencias clave del pop introspectivo y conceptual.


Pese a que sus caminos creativos se separaron brevemente, Elton John y Bernie Taupin nunca dejaron de colaborar. En 2023 ganaron juntos el Oscar por “(I’m Gonna) Love Me Again” y su amistad se ha mantenido intacta durante más de cinco décadas.


Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy no fue solo un álbum: fue una confesión, una carta de amor a los años de lucha, un homenaje al arte frente al negocio. En una industria donde la autenticidad se cotiza a la baja, Elton y Bernie decidieron contar su historia sin filtros. Y el resultado sigue siendo conmovedor, potente y profundamente humano. Un disco para escuchar de principio a fin, sin saltos. Como quien lee un diario íntimo o atraviesa un paisaje lleno de cicatrices… y de luz.

















jueves, 29 de mayo de 2025

Vincebus Eruptum tiene argumentos de sobra: ¿Es el primer álbum heavy?


Blue Cheer – Vincebus Eruptum.
Formato: Vinyl, LP, Album, Reissue, Stereo.
Edición: 1979 – Netherlands.
Sello: Philipps - 6336 281 – Serie Pop Legends.
Género: Rock.
Estilo: hard rock, heavy metal, psychedelic rock.
(Colección Vinyl 33 de Mulsanne Stone).

En enero de 1968, cuando el mundo todavía estaba embelesado por la psicodelia colorida de la Costa Oeste y los grupos californianos dibujaban paisajes sonoros con delicadas notas de guitarra que evocaban espiritualidad, introspección y un idealismo casi oriental, un trío de San Francisco decidió pisar el acelerador y hacer temblar los amplificadores.

Así nació Vincebus Eruptum, el álbum debut de Blue Cheer, una obra ruidosa, visceral y absolutamente pionera, que muchos consideran la piedra angular del hard rock, el heavy metal e incluso el stoner rock. Si Jimi Hendrix tocaba con fuego, Blue Cheer lo hacía con dinamita.


Blue Cheer era originalmente una formación más numerosa, pero para Vincebus Eruptum se consolidó como un poderoso trío de alto voltaje, los artífices del caos eléctrico. Dickie Peterson, fundador del grupo y fuerza motriz, tocaba el bajo y era la voz principal. A la guitarra se encontraba Leigh Stephens, famoso por su distorsión áspera y agresiva. Y el que le daba una pegada salvaje a la batería complementando la intensidad del grupo era Paul Whaley.

Juntos eran el equivalente sónico a una apisonadora desbocada. Inspirados por el blues, el garage y la psicodelia más cruda, estos tres músicos no se andaban con florituras: su objetivo era sonar lo más alto y potente posible. Y lo lograron.


El disco está compuesto por seis temas que marcaron una era; apenas dura 33 minutos, pero cada segundo cuenta. Vincebus Eruptum combina versiones de clásicos del rock y del blues con temas originales que demuestran que Blue Cheer no tenía nada que envidiar a nadie en términos de intensidad.

Lista de canciones.
Cara 1.
1. “Summertime blues”, un clásico de Eddie Cochran, alcanzó el número 14 en las listas de Billboard.
2. “Rock me baby”, de B.B. King, fue destrozado a base de distorsión y golpes de batería.
3. “Doctor Please”, un tema propio, con un riff hipnótico y un Peterson clamando ayuda, probablemente bajo el efecto de ácido.

Cara 2.
1. “Out of focus”, otro original de Peterson, mezcla de blues ácido y rabia juvenil.
2. “Parchment farm”, de Mose T. Allison, fue convertida en una locomotora de distorsión rugosa y ritmo incontrolable.
3. “Second time around”, también de Dicky Peterson, cierra el disco a lo grande con una tormenta sonora de casi siete minutos.

El estilo es una mezcla entre hard rock, proto-metal y acid rock, con raíces en el blues más sucio. La distorsión es tan densa que casi se puede cortar con un cuchillo, y la producción deliberadamente ruda del álbum lo convierte en un trabajo adelantado a su tiempo.


El título es un enigma latinizante sin traducción clara. Se puede interpretar libremente como “el estallido del poder eléctrico” o “la explosión del rugido”, lo cual encaja perfectamente con el sonido que contiene. Suena místico y apocalíptico, como si anticipara la irrupción de algo fuera de control. Y eso era, precisamente, Blue Cheer.

Después del éxito inicial, Blue Cheer publicó otros álbumes, como Outsideinside (1968) o New Improved (1969), pero jamás repitió el impacto de Vincebus Eruptum. Leigh Stephens abandonó la banda tras el segundo disco, y el grupo pasó por múltiples formaciones a lo largo de los años. Dickie Peterson fue el único miembro constante hasta su muerte en 2009, y Blue Cheer siguió en activo de forma intermitente hasta poco antes. Su legado quedó grabado para siempre en la historia del rock.


Blue Cheer fue influencia directa o indirecta para innumerables bandas de hard rock, heavy y stoner. Lemmy Kilmister (Motörhead) los consideraba como uno de los primeros grupos realmente "duros". Kurt Cobain incluyó este álbum entre sus discos favoritos. Henry Rollins citó el debut de Blue Cheer como uno de los álbumes más importantes de su vida. Incluso bandas como Deep Purple y Black Sabbath, los pilares del heavy metal, tomaron nota de la fuerza bruta y del tono guitarrero que Blue Cheer introdujo en el circuito.

Vincebus Eruptum no fue un álbum de masas, pero sí un disco de culto. Hoy se le reconoce como uno de los primeros discos heavy de la historia, quizá el primero si se atiende al sonido más que al contexto. Su crudeza sigue impactando más de medio siglo después de su publicación. No es un álbum “bonito”, ni limpio, ni accesible: es una descarga primitiva, distorsionada y sincera de energía pura. Es el rugido de una Harley en la cara de la psicodelia flower power. Es el álbum que prendió la mecha del hard rock pesado antes de que nadie supiera que eso existía.


Blue Cheer y su Vincebus Eruptum son como un relámpago atrapado en un vinilo. Quizás no obtuvieron el reconocimiento que merecían en su momento, pero sin ellos, el heavy metal o el grunge podrían no haber sonado jamás como lo hicieron. Si te gusta el rock que se sale de las casillas, este disco no solo merece una escucha: merece que subas el volumen al máximo… y reces por tus altavoces.

sábado, 24 de mayo de 2025

Hey Claudine, un viaje por los estilos ocultos de sus Satánicas Majestades.


The Rolling Stones – Hey Claudine – Dance Back In Jail Again.
Formato: Vinyl, LP, Compilation, Unofficial Release.
Edición: 1982 – Germany.
Sello: Tap Productions Inc. – TAP 003.
Género: Rock.
Estilo: Blues shuffle, folk rock, melancholic rock, country rock, funck rock, dance rock.
(Colección Vinyl 33 de Mulsanne Stone).

El álbum recopilatorio Hey Claudine – Dance Back in Jail Again de The Rolling Stones es un lanzamiento no oficial que reúne una selección de rarezas, tomas descartadas y versiones alternativas grabadas principalmente entre finales de los años 70. Este tipo de compilaciones, conocidas como bootlegs, son populares entre coleccionistas y aficionados que buscan material inédito o difícil de encontrar.


Como se trata de un bootleg, Hey Claudine no está disponible en plataformas de streaming ni en tiendas oficiales. Sin embargo, puede encontrarse en mercados de segunda mano y tiendas especializadas en vinilos. Su valor varía según la condición del disco y la demanda entre coleccionistas.

Este bootleg es una pieza codiciada por coleccionistas: lanzada en 1982 por el sello no oficial The Amazing Pig (catálogo TAP 003), se trata de una edición limitada de 500 copias numeradas individualmente, que compila rarezas y descartes de estudio.

Estas pistas ofrecen una visión más profunda del proceso creativo de la banda durante las sesiones de grabación de los álbumes Some Girls (1978) y Emotional Rescue (1980), y muchas de ellas no fueron incluidas en los lanzamientos oficiales de la época.



Se grabaron en los estudios Pathé-Marconi, EMI Studios (París, Francia), excepto "Let's go steady" y "Goin' mad" producidas en Compass Point Studio (Nassau, Bahamas), entre 1978 y 1979. Algunas de ellas, como "Claudine" y "Goin' mad" (publicada posteriormente con el título "I Think I'm Going Mad"), permanecieron inéditas durante años, mientras que otras, como "Send It to Me" y "Summer Romance", fueron incluidas en el álbum Emotional Rescue de 1980.

Lista de canciones y sesiones de grabación.
Cara A:
1. "Claudine" – 3:30 (5 de enero de 1978).
2. "We had it all" – 2:50 (10 de junio de 1979).
3. "Let's go steady" – 2:49 (18 de enero de 1979).
4. "Indian girl" – 6:03 (10 de junio de 1979).
5. "Goin' mad" – 5:31 (18 de enero de 1979).
Cara B:
1. "Let me go" – 3:45 (10 de junio de 1979).
2. "Dance (instr.)" – 4:38 (10 de junio de 1979).
3. "Emotional rescue" – 6:53 (10 de junio de 1979).
4. "Send it to me" – 6:14 (10 de junio de 1979).
5. "Summer romance" – 3:50 (10 de junio de 1979).


La canción "Claudine" es una de las pistas más destacadas de esta recopilación. La canción fue grabada durante las sesiones del Emotional Rescue en 1979, pero no se incluyó en el álbum oficial debido a su contenido lírico controvertido. La letra hace referencia al caso de Claudine Longet, una cantante y actriz francesa que fue condenada por homicidio negligente tras la muerte de su pareja, el esquiador olímpico Vladimir "Spider" Sabich, en 1976. La canción finalmente se publicó oficialmente en 2011 como parte del disco adicional de la edición deluxe de Some Girls.

Valor para coleccionistas y disponibilidad. Dado su carácter no oficial y su tirada limitada, el bootleg Hey Claudine es una pieza buscada en el mercado de coleccionismo. Copias en buen estado pueden alcanzar precios elevados en subastas y tiendas especializadas.

Es interesante que mi copia esté numerada como 984 y marcada como "for promotional use only". Aunque las fuentes más citadas indican que este lanzamiento fue una edición limitada de 500 copias numeradas individualmente, mi ejemplar sugiere que se han producido más unidades.


Es posible que, además de las 500 copias oficialmente numeradas, se hayan fabricado ejemplares adicionales para distribuciones especiales. Estos podrían no haber sido incluidos en el conteo oficial, lo que explicaría la numeración más alta en mi copia. En el ámbito de los bootlegs, no es inusual que existan discrepancias entre las cifras oficiales y la cantidad real de copias producidas. Esta copia promocional numerada con el 984 la convierte en una pieza aún más singular dentro de mi colección.

Otras posibles explicaciones: algunos bootlegs populares han sido objeto de reediciones no oficiales, que pueden replicar el contenido original, pero con variaciones en la numeración o el diseño. Estas reediciones a menudo no están documentadas en las bases de datos principales de coleccionistas. Dado el carácter no oficial de estos lanzamientos, no es raro encontrar inconsistencias en la numeración de las copias, ya sea por errores durante la producción o por decisiones deliberadas de los fabricantes.