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viernes, 1 de agosto de 2014

Alfa Romeo 8C winner Le Mans 1933


Tazio Nuvolari y Raymond Sommer eran dos campeones astutos en la pista, con experiencia en las carreras y capaces de llegar al límite de sus fuerzas, una energía que otros pilotos no eran capaces de desplegar. Con la victoria en las 24 Horas de Le Mans de 1933 además demostraron tener un espíritu particularmente ingenioso.

Los dos bravos pilotos corrían cada uno por su cuenta, pero ese año decidieron participar en el mismo equipo. Unidos formaron un conjunto homogéneo y rápido. Ambos tenían un palmarés impresionante. Sommer era campeón y especialista en carreras de resistencia, pero eso no le impedía ganar algunas pruebas de velocidad. Nuvolari era “el campeonissimo”, el piloto más fogoso, audaz y atrevido de todos los conductores europeos. Ferdinand Porsche le llamaba “el más grande corredor de ayer, hoy y mañana”.


Ambos se subieron a un Alfa Romeo 8C y se convirtieron, sin ningún género de duda, en los favoritos para ganar el Grand Prix d’Endurance. Nuvolari era la liebre, el cazador del record por vuelta; Sommer hacía el trabajo sucio, mantener la regularidad necesaria totalizando las horas y los kilómetros a la media calculada, siguiendo la pizarra que le enseñaban desde boxes.

Tras la salida, el equipo cogió cierta ventaja y los casi cien mil espectadores que se dieron cita en el circuito de La Sarthe tuvieron la impresión de que a Nuvolari y Sommer el triunfo no se les podía escapar. No obstante, en carrera surgió una serie de imponderables que hizo que no se ganara con la facilidad imaginada. Al amanecer un problema inesperado se cruzó en el camino de la victoria: una fuga en el depósito del combustible. Había un riesgo enorme de no tener suficiente carburante para acabar el número de vueltas obligatorias por reglamento entre dos reavituallamientos. Sommer buscaba una solución y Nuvolari, completamente “desmelenado”, se lanzaba a batir vuelta rápida tras vuelta rápida. ¿Qué iban a hacer?

Mientras todos los que estaban en el box de Alfa asistían en silencio a esta tragedia deportiva que debía abocar al abandono al equipo de cabeza, Raymond Sommer llamó a dos amigos y les dijo al oído: “Reunid toda la goma de mascar que encontréis en Le Mans”… Los dos camaradas partieron rápidamente y volvieron poco después, agotados, pero satisfechos por el deber cumplido, con una gran cantidad de paquetes... del chicle que tanto gustaba a los norteamericanos.




Cuando Nuvolari dejó el coche en manos de Sommer, éste llevaba los bolsillos llenos de paquetes de chicle. Esta golosina le sirvió para taponar la fisura del depósito y el resto de la carrera tanto uno como otro se la tiraron masticando este dulce providencial. Según el reglamento de las 24 Horas de Le Mans, todas las reparaciones deben hacerse con el material que se encuentre a bordo del automóvil y los comisarios no pudieron más que aplaudir la ocurrencia del piloto francés.

Una vez Nuvolari cruzó la meta, se bebió de un trago medio litro de agua pues los dientes todavía le rechinaban. Y Sommer declaró que debía un reconocimiento eterno al preciado producto que les permitió no solamente obtener la victoria que se habían merecido sino también haber recorrido la mayor distancia en el palmarés de todos los Grandes Premios de Resistencia.


Moraleja: se confirma que no es suficiente llevar a las 24 Horas de Le Mans un equipamiento completo de herramientas y piezas de recambio; también es importante no olvidar un paquete de chicles, un parche esencial para depósitos frágiles.

Roger Labric
BNF/Gallica/L’Aero
Info: les24heures.fr

Fotos: Alfa Romeo 8C de MMK Serie “Capot Moteur Ouvrant” (Colección Mulsanne Stone)

sábado, 21 de junio de 2014

Maserati 100: A Century Of Pure Italien Luxury Sports Cars

Una exposición única basada en el centenario de Maserati fue abierta el pasado 19 de junio en el Museo Enzo Ferrari de Módena. Traza la historia de la marca del tridente a través de una treintena de modelos emblemáticos nacidos en los talleres de Bolonia.


Inaugurada en presencia de Harald Wester (CEO de Maserati), Luca di Montezemolo (Presidente de Ferrari) y de Carlo y Alfieri Maserati (hijos de Ettore y de Ernesto Maserati), esta exposición ha sido dividida en dos temáticas dedicadas a la competición, con modelos de los años 20 a 50 y con coches de calle.

Treinta vehículos hicieron su aparición en el Museo Enzo Ferrari de los que una veintena de ellos estarán expuestos permanentemente, siguiendo un principio de rotación que permitirá a algunos modelos aparecer, a final de año, en otras manifestaciones organizadas para festejar el centenario de la marca italiana.


Entre esos automóviles encontramos el Tipo 26 (el primer Maserati), el V4 Sport Zagato (poseedor del record de velocidad en 1929), el Tipo 60 Birdcage, el Maserati 250 F (pilotado en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de 1954 por Juan Manuel Fangio) e incluso el A6 1500 de 1947 (carrozado por Pinin Farina) y el 3500 GT de 1957.

Esta exposición cerrará sus puertas en enero de 2015.

Info: motorlegend.com
Fotos: Maserati Birdcage Tipo 60 de Top Slot (Colección Mulsanne Stone)

lunes, 28 de abril de 2014

PORSCHE 911: generaciones 3ª y 4ª. Parte 3 de 5.

En las dos primeras partes de esta extensa entrada dedicada al 50 aniversario del nacimiento del primer Porsche 911, hemos descrito los modelos (y sus versiones) pertenecientes a las dos primeras generaciones producidas por la fábrica alemana. También en la segunda parte relatamos la extensa singladura deportiva de los invencibles Porsche 935, derivados de los 934 que también se estrenaron en las carreras. Ahora toca afrontar las dos siguientes evoluciones que ha sufrido este icónico turismo alemán, desde finales de los años 80 hasta finales de los 90: 3ª y 4ª generación. Y esta vez también adornaremos el texto con fotografías ilustrativas de miniaturas de slot a escala 1/32 que tienen la particularidad de ser decoraciones réplicas de las 24 Horas de Le Mans.


 3ª GENERACIÓN: 964

1988-1994: Porsche 911 (964)
La producción del 964 no llegó hasta finales de 1988, pero la planificación de este modelo se inició en 1984. Efectivamente, ese año un Porsche con tracción permanente a las cuatro ruedas logró superar con éxito el Rally París-Dakar, toda una prueba de fuego, y en fábrica quedaron totalmente convencidos de su idoneidad en los vehículos de serie. Cuando leemos en el capó trasero de un Porsche la denominación Carrera 4, el número se refiere a que ese turismo en concreto lleva tracción integral.

El cambio más importante respecto al Carrera 3.2 lo encontramos en el motor, al que se le incrementó la cilindrada hasta los 3600 c.c. pasando a desarrollar 250 cv. Se solucionó la necesidad de controlar el mayor apoyo en el tren trasero optando por un alerón móvil, escamoteable bajo la luneta trasera, que se levantaba cuando el coche alcanzaba los 80 km/h y volvía a su posición inicial cuando se descendía a 10 km/h.

En otoño de 1989 se adaptó la tracción integral al Carrera 2 y como extra la caja de cambios tipo Tiptronic que permitía al conductor, simplemente apretando un botón selector, cambiar del sistema de transmisión automático al manual. En octubre de 1990 se presentó el Carrera RS: 180 kg menos y 10 cv más. Dos años después vio la luz la versión Turbo 2 que alcanzaba los 380 cv. En otoño de 1992 la última versión equipada con bloque atmosférico ya rendía 20 cv menos que el Turbo.


4ª GENERACIÓN: 993

1993-1998: Porsche 911 (993)

Presentado en otoño de 1993 en el Salón del Automóvil de Frankfurt, el 993 fue el resultado de 4 años de trabajo y de una inversión que superó los 400 millones de marcos. La silueta se reformó a fondo: la delantera se diseñó más suave e inclinada con unos faros más aerodinámicos integrados armoniosamente y la zaga se concibió algo más ancha y redondeada.

Bajo la carrocería encontramos un innovador tren trasero denominado Multilink que conseguía domesticar el hasta entonces nerviosismo del 911. Al motor de 3600 c.c. de seis cilindros refrigerados por aire se le hicieron unos pequeños ajustes a nivel de cigüeñales y válvulas, dando como resultado una potencia de 272 cv. En el modelo de 1995 ya se obtuvieron 13 cv más.

En 1994 vieron la luz la versión descapotable y el Carrera 4. En el Salón del Automóvil de Amsterdam de ese mismo año se exhibía el flamante Carrera RS que desarrollaba 300 cv gracias al aumento de la cilindrada hasta los 3746 c.c. y a la adopción de la distribución VarioCam. En 1995 se presentó el Carrera 4S con tracción integral y llantas de 18 pulgadas y la versión Turbo con una trasera menos voluminosa. El Carrera S con el propulsor convencional apareció en 1996.

Pero la variante más espectacular de esta generación se llevó a cabo en 1995 con el modelo GT2, llevando la versión del 993 Turbo al extremo. Destinado básicamente para la competición, contaba con un alerón trasero de grandes dimensiones, llantas más anchas y aletas sobredimensionadas para soportar los 430 cv que desarrollaba inicialmente, 450 cv en las últimas unidades.

Ejemplos de estos turismos de carreras los encontramos en las 24 Horas de Le Mans. En la edición de 1996, el Porsche 911 GT2 inscrito con el dorsal #79 por la escudería Roock Racing (ver foto 1) logró sacar un excelente rendimiento en la prueba. Pilotado por Guy Martionelle, Ralf Kelleners y Bruno Eichmann, este 911 pintado de un intenso color rojo acabó el 12º de la general y 1º de la clase LM GT2, completando 317 vueltas al bello circuito de La Sarthe.

Porsche 911 GT2 12th 1st GT2 Le Mans 1996 #79
RTR de Proslot

En la siguiente edición celebrada en 1997, una de las escuderías habituales en Le Mans, Chéreau Sports, inscribió este precioso GT2 en la carrera de resistencia gala (ver foto 2). Una rotura en la caja de cambios impidió que el coche de los franceses Jean-Luc Chéreau, Jean Pierre Jarier y Jack Leconte finalizara la prueba. El abandono del Porsche que lucía el dorsal #77 se produjo tras 77 vueltas.

Porsche 911 GT2 Ab Le Mans 1997 #77
RTR de Proslot

De los múltiples 911 GT2 inscritos en las 24 Horas de Le Mans, mostramos otros dos ejemplos participantes en la edición de 1998 (ver fotos 3 y 4). El del dorsal #60, inscrito por Larbre Compétition, sufrió unos daños tan considerables en la transmisión que le impidieron terminar la carrera. Los suizos de Haberthur Racing inscribieron un 911 espectacularmente decorado que obtuvo una meritoria 6ª plaza en la categoría GT2 en manos de los pilotos franceses Eric Graham, Hervé Poulain y Jean-Luc Maury-Laribiére.

Porsche 911 GT2 Ab Le Mans 1998 #60
RTR de Proslot

Porsche 911 GT2 20th 6th GT2 Le Mans 1998 #68
RTR de Proslot

Ese mismo año, la escudería Roock Racing Motorsport inscribió este bello 911 sponsorizado por Navision (ver foto 5). Saliendo desde la 35ª posición en parrilla, fueron escalando puestos hasta obtener el 17º de la general que representaba el tercer escalón del podium de la categoría GT2. Los pilotos: Claudia Hürtgen, Michel Ligonnet y Robert Nearn.

Porsche 911 GT2 17th 3rd GT2 Le Mans 1998 #64
Kit en resina de Top Slot pintado por Enric Roca

Próximas entregas:

Porsche 911: generaciones 5ª, 6ª y 7ª. Parte 4 de 5.
Porsche 911 GT1: antología de la versión más impresionante del 911. Parte 5 de 5.

viernes, 3 de enero de 2014

PORSCHE 935, nacido para las carreras. Parte 2 de 5.


El Porsche 935 no es un coche de serie y por tanto no forma parte de ninguna de las siete generaciones del 911. No obstante, aunque es un coche nacido para las carreras su origen sí es un 911. A mediados de la década de los 70, Porsche estaba muy interesada en participar en el nuevo Grupo 5 del Campeonato Mundial de Resistencia. Para ello los coches debían proceder de un vehículo de serie y a su vez estar homologados en un grupo inferior. En Porsche se apostó por su deportivo más potente, el recién lanzado 911 Turbo (930) cuya tecnología estaba premeditadamente pensada para la competición, anticipándose con inteligencia la firma alemana a la normativa de homologación del Grupo 4. Solamente quedaba aligerar el coche al máximo, eliminando fácilmente las piezas prescindibles del interior y cumpliendo con un peso mínimo de 1120 kg. Se había dado un primer paso: el Porsche 934.

Los “pequeños” Porsche 934 empezaron a poblar las parrillas de las carreras de resistencia debido a su perfecta adaptación para este tipo de competición deportiva. De hecho ganaron en la categoría GT en las 24 Horas de Le Mans de 1977, 1978 y 1979. La Escudería Montjuich en 1977 inscribió un Porsche 934 que puso en manos de los pilotos españoles Juan Fernández, Eugenio Baturone y Rafael Tarradas. El automóvil sponsorizado por Danone abandonó en el transcurso de la vuelta 116 por problemas de motor.

Porsche 934 Ab Le Mans 1977 #55
RTR de Fly Slot Cars

Porsche 934 19th 3rd GT Le Mans 1977 #56
RTR de Fly

Porsche 934 7th 1st GT Le Mans 1977 #58
RTR de Ninco

Porsche 934 Ab Le Mans 1977 #60
RTR de Fly

Este ejemplar de Porsche 934 sponsorizado por la famosa bebida germana Jägermeister fue inscrito en las 24 Horas de Le Mans por el equipo propiedad del célebre piloto francés Hervé Poulain, en su edición de 1978. El coche conducido por Edgar Dören, Gerhard Holup, Romain Feitler y el propio Hervé debió abandonar a las 167 vueltas por un problema en la caja de cambios.

Porsche 934 Ab Le Mans 1978 #68
RTR de Fly

Prosigamos con la historia: el objetivo principal de Porsche era conseguir el triunfo absoluto en la categoría del Grupo 5 y en el mundial de Marcas. Los ingenieros de carreras se volcaron en el proyecto que desarrollaba el 934 hacia el nuevo 935. De la silueta del modelo original sólo se conservó la línea del techo, puesto que tanto el morro como la zaga fueron totalmente rediseñados. La carrocería, fabricada con paneles de fibra de vidrio, fue alargada hasta el límite, destacando la baja altura de su parte delantera y el impresionante alerón que pegaba la trasera del coche al suelo. Se sustituyeron frenos y suspensiones por unos nuevos más efectivos y se realizaron modificaciones en el motor en vistas a darle mayor fiabilidad, potencia y resistencia.

El Porsche 935 de 1976 desarrollaba alrededor de 600 cv de potencia. Al final del año había machacado literalmente a todos sus oponentes, coches de la categoría del Ford Capri, BMW M1, Ferrari 512 BB o Lancia Beta Montecarlo: todos ellos fueron humillados por los míticos turismos germanos.

Ese año, el precioso Porsche 935 Martini había calificado tercero en la parrilla de las 24 Horas de Le Mans, conducido por Rolf Stommelen y Manfred Schurti. El coche tuvo que sobrevivir a una avalancha de contratiempos entre las que se incluyeron la rotura de la correa del alternador, un anclaje de la suspensión trasera destrozado y un alerón trasero dañado que requería reparación. Aunque lo más significtivo fue el cambio de la unidad completa del turbo por parte de los mecánicos de Porsche en tan sólo 10 minutos. Pese a todos estos reveses el coche germano logró alcanzar una buenísima cuarta plaza general al final de la carrera, ganando la categoría del Grupo 5.

Porsche 935 4th 1st Gr 5 Le Mans 1976 #40
RTR de Le Mans Miniatures

En la edición de 1977 los cinco primeros clasificados formaron un grupo bien ecléctico: el ganador el prototipo Porsche 936 de Ickx, flanqueado por el Mirage Gr.8 de Schuppan al que siguieron un Porsche 935, un Inaltera LM y un de Cadenet LM. El perteneciente a la saga 911 además ganó su categoría, encuadrado en el Grupo 5, a los mandos del francés Claude Ballot-Léna y del americano Peter Gregg.

Porsche 935 3rd 1st Gr 5 Le Mans 1977 #40
RTR de Scalextric (Colección Planeta)

Entre los preparadores del 935, merece una especial mención la compañía Kremer Racing, fundada en 1962 por los hermanos Erwin y Manfred Kremer. Especializados en automóviles deportivos de Porsche, desarrollaron el exitoso 935 K3 (con K de Kremer, evidentemente), vencedor de las 24 Horas de Le Mans de 1979. En carrera eran capaces de batir tanto a los Porsche oficiales como a los prototipos de las otras marcas participantes. 

Porsche 935 K3 1st Le Mans 1979 #41
RTR de Fly

Porsche 935 K3 Ab Le Mans 1980 #42
RTR de Fly

Porsche 935 K3 Ab Le Mans 1980 #43
RTR de Fly

Porsche 935 K3 Ab Le Mans 1980 #69
RTR de Fly


Porsche 935 K3 Ab Le Mans 1980 #71
Resina RTR de Racer

Porsche 935 K3 9th 2nd IMSA GTX Le Mans 1980 #73
RTR de Scalextric para la serie Duelos Míticos de Altaya

Porsche 934 17th 1st GT Le Mans 1981 #70
RTR de Fly

 Porsche 935 K3 Ab Le Mans 1982 #75
RTR de Fly

Porsche 935 K3 5th 2nd IMSA GTX Le Mans 1982 #78
RTR de Fly

Para presentarse en las 24 horas de Le Mans de 1978, enclavado en la categoría GT, Porsche desarrolló el 935/78, conocido por el público como Moby Dick. La razón de este sobrenombre provenía de la curiosa aerodinámica aplicada a su carrocería, con su peculiar "cola de ballena", que llevó al límite todas las posibilidades que permitía el reglamento de la FIA. El coche era, gracias a un nuevo chasis, 10 centímetros mas bajo que el 935 normal. Este vehículo también iba dotado de insertos aerodinámicos en las llantas, que ayudaron con el flujo de aire alrededor de las ruedas, una mejora sólo adoptada por los F1 en los últimos años.

También había cambios en el motor, montando refrigeración por agua en las culatas. Gracias a las modificaciones aplicadas, la potencia alcanzaba entre 750 y 850 cv, dependiendo de la presión de soplado del turbo; la velocidad máxima superaba los 365 km/h.

Porsche 935/78 8th Le Mans 1978 #43
RTR de Carrera

Curiosamente el Moby Dick no ganó en Le Mans a pesar de ser con diferencia el coche más rápido sobre la pista. Durante la prueba sufrió una rotura de los segmentos del pistón que le provocaron un consumo excesivo de aceite, ralentizando su ritmo de carrera. Si a ello unimos la menor capacidad de su depósito de combustible entenderemos por qué solamente acabó en octava posición. El Moby Dick sólo participó en cuatro carreras, en gran parte debido a la oposición de los equipos privados usuarios del 935. Tras esas cuatro carreras se retiró a descansar en el Museo Porsche, de donde sólo sale para alguna exhibición puntual.

Otro caso curioso fue el Porsche 935-78/81 que le fue entregado a John Fitzpatrick directamente en pista por Reinhold Joest sin haberle hecho un solo kilómetro. Joest había construido dos réplicas del Moby Dick: la segunda para Maretti. Empezando desde el vigesimoséptimo puesto en la parrilla, el coche de John Fitzpatrick y David Hobbs subió a las primeras diez posiciones después de cinco horas y a mitad de carrera estaba ya en la sexta plaza. A pesar de haber sufrido daños en la junta de culata hacia el amanecer del domingo, los mecánicos aislaron el cilindro y, como “Fitz” comentó, continuaron corriendo sin apenas disminuir la velocidad. Su cuarta plaza final debe ser vista por lo tanto en este contexto ya que la pareja británica cruzó la línea justo detrás de los tres Porsche 956 a pesar de tener un cilindro menos, proclamándose además vencedores de la categoría IMSA GTX.


Porsche 935-78/81 4th 1st IMSA GTX Le Mans 1982 #79
RTR de Carrera


 Próximas entregas:

Porsche 911, generaciones 3ª y 4ª. Parte 3 de 5.
Porsche 911, generaciones 5ª, 6ª y 7ª. Parte 4 de 5.
Porsche 911 GT1, antología de la versión más impresionante del 911. Parte 5 de 5.

lunes, 23 de diciembre de 2013

FELICES FIESTAS

BON NADAL I FELIÇ ANY NOU !!!
ZORIONAK ETA URTE BERRI ON !!!
BON NADAL E BO ANI NOVO !!!
MERRY CHRISTMAS AND HAPPY NEW YEAR !!!
JOYEUX NOËL ET UNE BONNE ANNÉE !!!
BOAS FESTAS E UM FELIZ ANO NOVO !!!
FROEHLICHE WEIHNACHTEN UND EIN GLUCKLICHES NEUES JAHR !
BUON NATALE E FELICE ANNO NUOVO !!!


jueves, 21 de noviembre de 2013

PORSCHE 911: El alma de la firma germana cumple 50 años. Parte 1 de 5.


A finales de los años 50, Porsche inició un nuevo proyecto a largo plazo para sustituir al glorioso 356. Por entonces el viejo rey no estaba en disposición de abdicar, ni mucho menos y aunque restaban por aparecer las futuras evoluciones 356 B y 356 C, Porsche ya estaba pensando y trabajando en un modelo futuro. Dicho proyecto dio su fruto un 12 de septiembre de 1963, cuando se presentó en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt el primer prototipo Porsche 911, denominado por entonces 901, compartiendo stand en franca armonía junto a su hermano, el 356 C.

Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el alma de la marca Porsche ha residido en este deportivo a lo largo de estos cincuenta años. Más de 800.000 ejemplares del Porsche 911 han sido concebidos por los ingenieros de Zuffenhausen y Weissach, que se encargaron de evolucionarlos y mejorarlos en cada una de sus ya históricas siete generaciones y que siguen haciéndolo en la actualidad.

Ferry Porsche fue el que mejor describió las cualidades únicas de este longevo modelo:

“El 911 es el único vehículo que usted puede llevar a un safari en Africa o a las 24 Horas de Le Mans”.

Además de sus líneas clásicas y únicas, el Porsche 911 siempre se ha distinguido por su tecnología punta. Muchas de las ideas aportadas a los coches de serie han sido concebidas y testadas en las carreras automovilísticas. Ya desde sus inicios el 911 ha obtenido una reputación de coche ganador. Su polivalencia y fiabilidad han sido fundamentales para ser el coche escogido por pilotos y escuderías privadas. Aproximadamente los dos tercios de las victorias que Porsche ha obtenido en las carreras, unas 30.000 a nuestros días, han sido conseguidas por el mítico 911.

1ª GENERACIÓN: Porsche 901.
1963-1973: Porsche 901, el primer 911.
Nacido para suceder al 356, su línea elegante diseñada por Ferdinand Porsche, el hijo mayor de Ferry, cautivó a todos los aficionados de los coches deportivos. Tras su presentación en Frankfurt en 1963 bajo la denominación 901 debió ser rebautizado, ya que los derechos de los nombres que contenían una secuencia de tres dígitos con un cero en el centro estaban en poder del fabricante francés Peugeot. No obstante, hasta 82 ejemplares salidos de fábrica nacieron con la denominación 901.

Tras sacrificar 13 prototipos, el primer 901 que salió de la cadena de montaje lo hizo el 14 de septiembre de 1964, presentándose al gran público en octubre, en el Salón del Automóvil de Paris. Su motor boxer de 2 litros y seis cilindros refrigerado por aire liberaba 130 cv, lo que le permitía alcanzar la impresionante velocidad de 210 km/h.

En septiembre de 1965 se presentó el 911 2.0 Targa, llamado el “cabrio seguro”. En octubre de 1966 se estrenó el 911S de 160 cv, destacando del conjunto las míticas llantas Fuchs, fabricadas en aleación ligera. Un primer aumento de cilindrada a 2195 c.c. en septiembre de 1969 situaron las potencias de estos modelos entre los 125 y 185 cv. Tras una segunda evolución, hasta los 2341 c.c., se elevaron unos cuantos caballos más, entre 130 y 190 cv, dependiendo del modelo en cuestión: 911, 911 S, 911 T, 911 L y 911 E.

La primera participación de un Porsche 911 en las 24 Horas de Le Mans data de 1966. Jacques Dewez (alias “Franc”) inscribió un 911 estrictamente de serie acompañado por Jean Kerguen. Los pilotos lograron dar la vuelta a 159,23 km/h de media y terminaron segundos en la categoría GT y primeros de la clase 2 litros. La anécdota es que el coche, tras la carrera, se vendió al precio de un vehículo de ocasión con 4.000 km…

Porsche 911 S 14th 1st GT 2000 Le Mans 1966 #35
Pintado por Manel Espallargas sobre base MRRC

Para la edición de Le Mans de 1972, la escudería Louis Meznarie inscribió un 911S con  el motor de 2,4 litros (2466 c.c. para ser exactos). Los pilotos Sylvain Garant, Jürgen Barth y Michael Keyser condujeron de manera magistral este Porsche pues, además de ser el único 911 que cruzó bajo la bandera de cuadros, consiguieron el triunfo en la categoría GTS hasta 2,5 litros.

Porsche 911S 13th 1st GTS 2500 Le Mans 1972 #41
RTR de Fly

1972-1973: Porsche 911 Carrera RS 2.7
El siguiente paso en la evolución del 911 consistió en dotar al deportivo germano con motores llevados hasta los 2,7 litros. El aumento de potencia (210 cv) volvió a enamorar a los pilotos de rallies, convirtiéndose en un automóvil muy codiciado para la competición. Para poder participar en el Campeonato Europeo de GT la normativa de homologación obligaba a una producción mínima de 500 unidades, objetivo conseguido por la fábrica en noviembre de 1972.

Generalmente se entregaba el coche pintado en color “Blanco Grand Prix”, en referencia a la tonalidad que llevaron los modelos alemanes en las competiciones internacionales hasta 1934. En los flancos laterales se dibujaba el logo “Carrera” en azul, verde o rojo. Con este modelo se renovó el culto al término Carrera, aparecido por última vez en el 356 C.

El liviano peso de 960 kg (100 kg menos que el 911S de 2.4 litros de la época) se había conseguido a base de excluir cierto equipamiento de serie, como los asientos traseros. También ayudó a rebajar el peso el cristal del parabrisas, mucho más fino, los asientos Recaro, prescindir de la insonorización, del reloj de a bordo…

Porsche acababa de lanzar al mercado su icónico 911 Carrera RS 2.7 y fue muy bien aprovechado por los pilotos que inscribieron este modelo para las 24 Horas de Le Mans de 1973. No dieron opciones al resto de los grandes turismos rivales, acaparando las cinco primeras posiciones de la clase GT 3000. Los potentes motores en versión de carreras rendían 330 cv, lanzando los deportivos alemanes a una velocidad máxima de 280 km/h.

Porsche 911 Carrera RSR 10th 2nd GT 3000 Le Mans 1973 #63
RTR de Fly

Porsche 911 Carrera RSR 17th 5th GT 3000 Le Mans 1973 #42
RTR de Fly

Porsche 911 Carrera RSR Ab Le Mans 1973 #44
RTR de Fly

Porsche 911 Carrera RSR Ac Le Mans 1973 #43
RTR de Fly

2ª GENERACIÓN: LOS G SERIES.
1973-1977: Porsche 911 2.7
En septiembre de 1973, diez años después de su nacimiento, los ingenieros efectuaron la primera metamorfosis completa del 911, una evolución escondida bajo la denominación “código G”. Se fabricaron tres referencias diferentes en función de la potencia del motor: 150 cv, 175 cv (911 S) y 210 cv (Carrera).

Se volvió a poner de moda el spoiler trasero tipo “cola de ballena” y se abandonó la sobriedad del RS volviendo al confort habitual, adoptando por ejemplo los cómodos asientos tipo bacquet con reposacabezas integrados.

La protección de los ocupantes fue mejorada con cinturones de seguridad de serie con tres puntos de anclaje. En este modelo llamaban poderosamente la atención los grandes parachoques fabricados en aluminio revestidos con fuelles negros en forma de acordeón, una innovación concebida para responder a la normativa crash test vigente en ese momento en los Estados Unidos. La respuesta de Porsche a la norma de seguridad americana consistió en instalar, en el interior de los fuelles, unos tubos telescópicos en alumino de unos 50 mm de diámetro que resistían el impacto tanto frontal como de la zaga a una velocidad de 8 km/h.

1974-1989: Porsche 911 Turbo (930)
El 911 Turbo 3.0 de 260 cv dotado del enorme alerón trasero fue presentado en el Salón del Automóvil de Paris en octubre de 1974. Aunque basado en el 911, Porsche le quiso dar su propia identidad justificada con una nueva denominación específica, 930. La enorme ganancia de potencia respecto a sus hermanos aspirados se reflejaba en un cambio en la fisonomía de la carrocería, rebajándose la parte delantera con un spoiler más pequeño y aumentando enormemente el ala trasera de su zaga.

Calzado inicialmente con llantas de 7 pulgadas de ancho delante (neumáticos 185/70 VR15) y de 8 pulgadas detrás (215/60 VR15) se pasó a aumentar la anchura de los neumáticos (205 delante y 225 detrás) en 1976 y un año después se adoptaron llantas de 16 pulgadas de diámetro.

La siguiente evolución anunciada desde Zuffenhausen apareció en otoño de 1977 cuando el nuevo Turbo 3.3 derribó al viejo rey con la adopción de un intercooler que aumentaba la potencia a 300 cv y lanzaba el vehículo a 260 km/h. En 1979 se instalaron unos nuevos tubos de escape que reducían considerablemente el nivel de sonido; en 1985 unas nuevas llantas traseras de 9 pulgadas de ancho y neumáticos de 245/45 VR 16. Nuevas versiones Targa y Cabrio en 1987 y caja de cambios de cinco velocidades al año siguiente fueron las últimas evoluciones hasta ese momento del 930.

En 1974 el servicio de competición de Porsche desarrolló una versión de carreras sobre la base de un 911 Turbo. Fue el primer Turbo en tomar la salida en las 24 Horas de Le Mans. Bajo los colores del Martini Racing Team se inscribieron dos modelos. El que portaba el dorsal #21 pilotado por Helmut Koinigg y Manfred Schurti no pudo llegar a meta, pues abandonó a las 8 horas de carrera por problemas de motor. Sin embargo, el coche gemelo #22 pilotado por los rápidos y regulares pilotos Gijs van Lennep y Herbert Müller hizo peligrar el triunfo de Matra hasta casi la misma línea de meta, acabando segundo de la general.

Porsche 911 RSR Turbo Ab Le Mans 1974 #21
RTR de Le Mans Miniatures

Porsche 911 RSR Turbo 2nd Le Mans 1974 #22
RTR de Le Mans Miniatures


1975-1983: Porsche 911 Carrera 3.0 y SC 3.0
Con la llegada del Carrera 3.0, Porsche entró a competir en el prestigioso segmento de los deportivos de 3 litros, dominado hasta entonces por los preciosos italianos Ferrari Dino y Maserati Merak.

El aumento de cilindrada y el uso de la inyección Bosch K-Jetronic dieron más elasticidad al motor boxer germano, sin afectar a la velocidad punta ni a la aceleración. El chasis y la carrocería se beneficiaron de las chapas de acero Thyssen que permitieron a la marca alargar el plazo de garantía hasta los seis años, en un claro esfuerzo por demostrar a los clientes que compraban un vehículo que no se depreciaba.

A partir de 1978 se encontró a disposición del público el sucesor del Carrera, el SC (Súper Carrera), declarado el 3 litros más económico del mundo en su edición de 1980. A partir de 1981 las llantas de acero galvanizado pintadas en negro mate sustituyeron los obsoletos embellecedores cromados. En el Salón de Ginebra de 1982 triunfó abrumadoramente el nuevo cabrio basado en el SC.

En la edición de las 24 Horas de Le Mans de 1975, Porsche no participó como equipo de fábrica pues todos los esfuerzos estaban concentrados en el desarrollo de la nueva evolución del recién estrenado 911 Turbo. Por tanto, las inscripciones de los modelos alemanes eran en su totalidad de los equipos satélites de la marca germana. Este año destacó sobremanera el Carrera RSR del Gelo Racing Team pilotado por John Fitzpatrick, Gijs van Lennep y Toine Hezemans, logrando un meritorio quinto puesto de la general y ganador en la categoria Gran Turismo.


Porsche 911 Carrera RSR 5th 1st GT Le Mans 1975 #58
Scrach en resina de Flamescustom sobre base Altaya
Pintado por Jordi Sánchez

1983-1989: Porsche 911 Carrera 3.2
La última novedad expuesta en el stand del Salón del Automóvil de Frankfurt de 1983 era un impresionante 911 con el logotipo “Carrera” claramente visible sobre el capó trasero. Esta nueva versión también era fácilmente reconocible gracias a los faros antiniebla rectangulares ubicados en la delantera y las espectaculares llantas de aleación ligera.

La cilindrada de 3164 c.c. se explica por un lado por el uso de aluminio en el bloque motor, cuando hasta ahora se utilizaba exclusivamente el acero y por otro lado por el aumento de la carrera de los pistones en 4 mm. El motor generaba 231 cv. Otro factor que explicaba este aumento de rendimiento del motor era el sistema de inyección Bosch Motronic.

En 1985 salieron al mercado las versiones Targa y descapotable, que ya ocupaban el 50% de la producción total del 911. Un año más tarde se ofrecía la posibilidad del cierre y apertura automáticos de la capota en 20 segundos. En 1987, Porsche celebró el 25º aniversario del 911 con una serie limitada de las tres versiones, pintadas en todos los casos en color azul diamante metalizado.

1987-1988: Porsche 959
La FIA creó el Grupo B para animar a los fabricantes a participar en competición. Para ello la indispensable condición era comercializar 200 ejemplares. El resultado del proyecto desarrollado por Porsche llamado “Estudio de un posible Grupo B” fue un prototipo que apareció en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1983, junto al 911 Carrera 3.2. Bajo la denominación de Porsche 959 se escondía un auténtico deportivo de pura raza, un coche de ensueño que incluía toda la tecnología desarrollada hasta ese momento.

El motor de seis cilindros, 2847 c.c. y 450 cv derivaba de la versión de competición del 935/76. Pero el aspecto más impactante de su motor biturbo era la disposición secuencial de sus turboalimentadores. Por debajo de las 4000 r.p.m. todo el aire se dirigía a un único turbo. Entre 4000 y 4200 r.p.m. el segundo turbo se iba preparando de modo que por encima de las 4200 r.p.m. entraba rápidamente en acción, evitando cualquier tipo de demora por falta de potencia.

El equipo de ingenieros diseñó un morro más redondeado en espuma de poliuretano y una trasera con un alerón integrado que evitaba el despegue del eje delantero. El parabrisas quedaba nivelado con la carrocería y los guardabarros perfectamente enrasados con el suelo del vehículo. Gracias a estas características el coeficiente de resistencia aerodinámica (Cx) pasó a ser de 0.32.

En su desarrollo no se reparó en gastos, y pese a su elevado precio (398.000 marcos) tan pronto como las primeras unidades se pusieron a la venta su valor se duplicó debido a la desmesurada demanda de un mercado que se volvió loco por este modelo.

Este 911 Grupo B derivó en el 961 que Porsche inscribió de manera oficial en las 24 Horas de Le Mans de 1986, convirtiéndose en el primer vehículo dotado de cuatro ruedas motrices (4WD) que participó en la prueba francesa de resistencia. Pilotado magnifícamente por los galos René Metge y Claude Ballot-Léna acabó en una meritoria séptima plaza de la general, batido solamente por los Porsche Grupo C en manos de míticas escuderías como Rothmans, Brun Motorsport, Joest Racing o John Fitzpatrick.

Porsche 961 7th 1st IMSA GTX Le Mans 1986 #180
RTR de Scalextric para la serie Duelos Míticos de Altaya

Próximas entregas:

Porsche 935, nacido para las carreras. Parte 2 de 5.
Porsche 911, generaciones 3ª y 4ª. Parte 3 de 5.
Porsche 911, generaciones 5ª, 6ª y 7ª. Parte 4 de 5.
Porsche 911 GT1, antología de la versión más impresionante del 911. Parte 5 de 5.