Coincidiendo con el 50º aniversario del debut de Chevrolet en Le Mans, la tienda francesa on-line Casa Slot Racing, bajo la producción de Proto Slot Kit, lanzó al mercado hace unos meses un exclusivo kit de edición limitada a 150 unidades de los Chevrolet Corvette inscritos en las 24 Horas de Le Mans de 1960, tanto en kit prepintado (KPP) como en versión totalmente acabada (RTR).
La versión en KPP que adquirimos viene presentada en un exclusivo estuche de madera. Para el montaje podemos escoger cualquiera de las cuatro versiones que participaron en la prueba, teniendo en cuenta que el #4, perteneciente al Team Camoradi, lleva unas pequeñas modificaciones en su carrocería.
Los kits sólo pueden conseguirse a través de la tienda on-line Casa Slot Racing http://www.casaslotracing.com/ dirigida por monsieur Jordy, un tipo muy simpático que habla perfectamente español y que te ayudará y asesorará de forma apasionada en el proyecto. El excepcional montaje de los cuatro coches es obra de Enric, ¿cómo no?.
Los kits sólo pueden conseguirse a través de la tienda on-line Casa Slot Racing http://www.casaslotracing.com/ dirigida por monsieur Jordy, un tipo muy simpático que habla perfectamente español y que te ayudará y asesorará de forma apasionada en el proyecto. El excepcional montaje de los cuatro coches es obra de Enric, ¿cómo no?.
Antecedentes. Desde sus inicios en los años 20, las grandes marcas lucharon y batallaron con sus máquinas con el único objetivo de obtener su particular “pasaporte para la gloria”: la victoria en las 24 Horas de Le Mans. Mágicas palabras que evocan sonidos de motores al límite de su resistencia, imágenes de imponentes prototipos y de espléndidos turismos de gran cilindrada… la esencia del automovilismo deportivo. Tal como ocurre con el Gran Premio de Mónaco para la Fórmula 1, o con Indianápolis para las carreras en los óvalos americanos, Le Mans es la meca de las carreras de resistencia.
El A.C.O. (Automobile Club de l’Ouest), organizador de la prueba, estaba muy interesado en la participación de equipos, coches y pilotos norteamericanos. Así es como, en la edición de 1950, el equipo B. S. Cunningham sorprendió a los espectadores al inscribir en la carrera gala dos asombrosos Cadillac, muy diferentes entre si: el descomunal Cadillac Spyder conocido como “Le Monstre”, pilotado por el mismo Cunningham, y el Coupé de Ville también popularizado como “Clumsy pup” (Cachorro patoso). Era el primer desembarco del californiano en aguas francesas…
Cuando Briggs Cunningham reapareció en La Sarthe diez años después, quiso demostrar que se lo tomaba verdaderamente en serio y cruzó el Atlántico con el objetivo de participar en los entrenamientos preliminares del 9 de abril, establecidos por primera vez por el A.C.O. un año antes.
El verdadero fin de Cunningham lucía un cariz bastante patriota: Briggs tenía la esperanza de que un coche americano conducido por pilotos norteamericanos ganaría un día en las 24 Horas de Le Mans. Para ello creó en 1960 un equipo formado por tres Chevrolet Corvette, marca que debutaba en la carrera gala. Y los entrenamientos preliminares del 9 de abril brindaron una oportunidad única para medir, in situ, el potencial de esta representación de la industria automovilística USA frente a la supremacía europea encabezada por Ferrari con los 250 GT…
Finalizados los ensayos, el mejor tiempo de 4’28”3 conseguido por la escudería americana no era demasiado esperanzador frente a los 4’23”8 logrados por el belga Eldé a lomos del italiano de Maranello.
Orígenes. Pero antes de sumergirnos en la historia de la carrera y de cómo les fue a los Cunningham-boys con sus Chevrolet, debemos profundizar en el origen de este automóvil genuinamente americano. El primer Corvette se presentó por primera vez, el 23 de enero de 1953, en el Motorama organizado en los Salones del Waldorf Astoria. El prototipo equipaba inicialmente un seis cilindros Blue Flame en línea.
Un año después, el ingeniero y piloto Zora Arkus Duntov fue autorizado oficialmente a “deportivizar” el coche. Era el momento adecuado porque, tras el acostumbrado éxito ligado a toda novedad, las ventas comenzaban a debilitarse. Sin entrar en detalles cronológicos podemos estimar que a partir de 1956 el futuro de los Corvette con motor de 4,3 litros y después de 4,6 litros estaba asegurado. Fue un V8 de 4635 cm3 alimentado por inyección Rochester, el motor utilizado por los GT alineados por Cunningham en Le Mans.
La carrera. El martes 21 de junio, bajo la dirección deportiva de Alec Ulman (patrón de Sebring), Alfred Momo (team manager) y Duntov (nominado además como piloto reserva), los Corvette hicieron una entrada tremendamente espectacular en el circuito de La Sarthe. Se trataban de verdaderos Gran Turismo cuya preparación para el evento había supervisado el mismo Duntov.
Las culatas eran de aluminio y las válvulas de un diámetro mayor que las de serie; las llantas Halibrand provistas de fijación central y, como ya se vió en abril, la luneta trasera se adaptó de manera que la boca del depósito estuviera suficientemente accesible para facilitar los repostajes.
En el interior, unos baquets de carreras reemplazaban los asientos originales. Los V8 ofrecían 270 cv y en el pesage, los tres coches obtuvieron casi las mismas cifras: 1349 kg para el #1 de Cunningham-Kimberly, 1354 kg para el #2 de Thompson-Windridge y 1351 kg para el #3 de Fitch-Grossman. En la categoría GT, los americanos se enfrentaban a seis Ferrari entre los que se encontraba el bellísimo California gris acero de Jo Schlesser y Bill Sturgis.
Tras una salida espectacular, donde los Corvette tomaron inicialmente la cabeza de carrera, con el transcurrir del tiempo se fueron modificando las posiciones, con unos resultados finales en conjunto no demasiado brillantes pero esperanzadores al ser, no lo olvidemos, el debut de la marca americana en la carrera francesa. Pero no adelantemos acontecimientos y vayamos a la historia de la carrera, coche a coche.
Cunningham estaba en la vigésimo tercera plaza con el #1 cuando entregó el turismo a su compañero Kimberly. Prácticamente de inmediato, el piloto americano sufrió un vuelco del automóvil en Maison Blanche, por suerte sin sufrir graves heridas, pero con resultados nefastos para la integridad del Corvette, que debió abandonar. Los cronometradores oficiales apenas habian tenido tiempo de cifrar las marcas obtenidas por el patrón: algo más de 173 km/h en la mejor vuelta y 231 km/h de punta.
Si en los entrenamientos previos a la carrera Fitch se había mostrado el más rápido del trío, marcando un 4’32”0, desde la salida Thompson-Windridge con el #2 eran en carrera los más veloces. Este equipo alternaría lo mejor y lo peor. Sin llegar a rivalizar con los mejores Ferrari que giraban a una media superior a los 190 km/h por vuelta, alcanzando los 254 km/h de punta en les Hunaudières, el Corvette #2 (182 km/h por vuelta y una punta de 243 km/h) eclipsó a sus dos compañeros.
Algunos golpes con los bajos en Maison Blanche, la pérdida de tiempo al quedarse en un banco de arena en Tertre Rouge conjugado con problemas de encendido, anularon totalmente los esfuerzos de los dos pilotos. Obligados a entrar en boxes por un conato de incendio bajo el puente Dunlop, y de nuevo en pista tras la reparación, una rotura definitiva de los frenos acabó con el lógico abandono el domingo por la mañana.
El Corvette #3 fue el mejor en carrera, a pesar de una salida relativamente laboriosa. A medianoche, intercalado entre los dos mejores Ferrari 250 GT de Whitehead-Taylor y Tavano-Lustel, alcanzaba el séptimo puesto absoluto. Por la noche, sin jamás circular más allá de la décima posición, Fitch-Grossman resistían siempre en medio de los 250 GT.
El domingo, desgraciadamente, un motor recalentado les condenaba a pilotar con prudencia. Con el transcurso de las horas, el V8 se convirtió en un V6, e incluso en un V4 al final de carrera… para poder seguir, la solución pasaba por difundir generosamente por el maltrecho motor abundantes cubitos de hielo. Con una velocidad punta de 240 km/h, Fitch-Grossman consiguieron su mejor vuelta a 181 km/h.
El abandono de Whitehead-Taylor y una salida de pista del Aston Martin de Fairman-Baillie permitió al Chevy #3, a pesar de los 90 minutos inmovilizado en boxes, recuperar la octava plaza, obteniendo el mejor resultado oficial de un Corvette en toda la historia de las 24 Horas de Le Mans…
Fabuloso artículo Álex; una buena lección maestro, bien escrita y con unas fotografías fantásticas..., a lo que se ha de sumar ese arte y destreza para la adecuación de vehiculitos.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo.
Salud
Demo
PS: Esto de compartir ordenadores...
Haaaaaaaa muy bien , entro y que me encuentro????? otra maravilla de joeslot mezclada con otra maravilla de redacción y entre maravilla y maravilla yo aplaudiendo este derroche de buen saber hacer
ResponderEliminarfelicidades
Mikel
Hola Alex,viendo estos cochecillos..recuerdo cuando soñabas con ellos,antes de que ningun fabricante los hiciera...jo como pasa el tiempo.
ResponderEliminarQUE BUENOS RECUERDOS ME TRAE ESTE KIT!!!!
ResponderEliminarCon este coche, Paco de MAS SLOT nos abrió la puerta a colaborar en su revista e hicimos una gran amitad en Francia con Jordy de CSR.
El coche es precioso y soñado tal y como indica Tokio... que por cierto, aunque no dije nada en su armario tenía uno de ellos. El artículo y las fotos son estupendas.
Hola.
ResponderEliminarMui bien. Es un bueno pedaço de história.
Saludos.
J.C.Nogueira
Muchas gracias por los comentarios,
ResponderEliminarDemo, si encontramos billetes a buen precio nos pasamos por el Foroslot, que ya tengo ganas de conocerte...
Gracias Mikel por tus palabras, porque sé que las dices de corazón... eres genial, amigo mío...
Jordi, cómo te acuerdas de mis sueños !!!... andaba como loco por este coche y, por fin, ya está en mi vitrina.... el deseo se hizo realidad, jejjejjjejej...
JC, siempre estás ahí, animándome... eres un incondicional inagotable... muchas gracias...
Enric, sin tí no tendría ni blog, ni una colección decente, ni otras muchas cosas que hemos conseguido y que unos años atrás parecían impensables... muchas gracias POR TODO, amigote...
Un abrazote a todos...
Buenos Dias Alex, y amigos del Blog.
ResponderEliminarSoy muy discreto y escribo poco en los Foros, pero cuando veo un articulo, fotos, y el montaje del Corvette de esta calidad, esta claro que lo minimo es agradezer y felizitar a todos los amigos que participaron en esta realisacion final.
No podia ser menos cuando se rejuntan apasionados con el saber y la calidad que dais a todo lo que aceis.
Un Abrazo
Jordy (Casa SLot Racing)
Muchísimas gracias Jordy... como has podido leer en los comentarios, mis amigos describían el interés que yo tenía por este modelo en concreto, soñaba con tenerlo, fantaseaba con las curvas de su carrocería y lo imaginaba en la vitrina ocupando un lugar prioritario... pero nadie lo sacaba al mercado...
ResponderEliminarHasta que llegaste tú, con tu proyecto de tienda: se nota que prefieres ponerle pasión a los coches que encargas para CSR que no ganar dinero más fácilmente con coches que tienen más salida en el mercado, pero que no te acaban de gustar. Esa filosofía la comparto y por ello te felicito.
Muchas gracias Jordy por hacer realidad mi sueño.
Un abrazote.
Fabulosos los Corvette, me conformare con los que tengo de carrera a 1/24, creo que son el mismo modelo, sniffff.
ResponderEliminarFabulosos los Corvette, me conformare con los que tengo de carrera a 1/24, creo que son el mismo modelo, sniffff.
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