Real Time Web Analytics

MI COLECCION LE MANS EN SLOT A ESCALA 1:32

lunes, 17 de mayo de 2010

ADLER TRUMPF RENNLIMOUSINE de TERTRE ROUGE, 6th Le Mans 1937 #33








Adler fue una fábrica alemana que durante más de 40 años, más concretamente entre 1900 y 1941, se dedicó a fabricar máquinas de escribir, máquinas de coser, bicicletas y motocicletas; aunque destacó, especialmente, por sus automóviles. Los vehículos Adler se caracterizaron por ser autos muy fiables y por disponer de un amplio catálogo de modelos: desde el clásico utilitario hasta coches de gran cilindrada, llegando a alcanzar algunos de éstos los 7500 cc.




Adler desarrolló el concepto Rennlimousine con el fin de participar en las grandes competiciones internacionales de resistencia (como representantes del III Reich) y vencer en su categoría en todas aquellas pruebas en las que participase.




En 1936, la compañía creó una berlina de cuatro plazas, la Rennlimousine (limusina o sedán de carreras) diseñada según los principios de la ingeniería aerodinámica proyectada por Paul Jaray, combinando dos perfiles de ala: uno horizontal para el cuerpo de la carrocería y el otro en vertical para la cabina. Sus líneas extraordinariamente aerodinámicas (tenía un Cx de sólo 0,32, excepcional en los años ‘30) disfrutaban de un diseño muy audaz. La carrocería de aleación ligera descansaba sobre un bastidor tubular que permitía ahorrar unos 200 Kg de peso. El objetivo prioritario era ganar en estas carreras en la categoría de 2 litros, fundamentándose básicamente en su velocidad máxima de 150 Km/h… ideal para afrontar con garantías largas rectas, como Les Hunaudières de Le Mans.


El Adler Trumpf Rennlimousine fue diseñado para participar en las grandes competiciones de resistencia, tipo Le Mans o Spa. Bajo su estilizada carrocería se alojaba un motor de 1,5 litros diseñado por Adler. Una segunda versión más potente, la que montaba un motor de 1,7 litros, era la llamada “Super Trumpf Rennlimousine”  (literalmente, limusina de carreras super triunfo). El Adler Trumpf también montó un motor "más pequeño" de un litro, bautizado el modelo como “Adler Trumpf Junior”.




Oficialmente, tres Adler fueron construidos para la competición, uno de 1,5 litros y otros dos de 1,7 litros. No obstante, cuatro Adler estaban inscritos en el programa de Le Mans, cuya carrera se iba a desarrollar el 13 y 14 de junio de 1936. El #1 pertenecía a Mme. Anne-Cecile Rose-Itler, mientras que para el constructor alemán fueron asignados los dorsales #2, #3 y #4. Sin embargo, los sucesivos ataques al sector industrial en suelo francés, motivados por la 1ª Guerra Mundial, llevaron ese año a la cancelación de la prueba.


Salieron victoriosos en los dos años que participaron en Le Mans.

En 1937 el Barón Fritz Huschke von Hanstein fue instado por Adler para unirse a Mme. Anne-Cecile Rose-Itier en las 24 Horas de Le Mans para conducir un Trumpf Rennlimousine. El coupé mostró cierto potencial (y en realidad tuvo excelentes resultados en la edición de 1938), pero von Hanstein tuvo que retirarse tras 40 vueltas como consecuencia de las fuertes lluvias. La humedad en el interior del coche hacía completamente imposible ver la pista a través del cristal. La forma aerodinámica del coche con su posición de conducción casi en el centro del habitáculo, tan distante del parabrisas, hacía imposible llegar durante la conducción a la parte interior del mismo para limpiarlo.


El mismo año, un Adler Super Trumpf Rennlimousine con el #33 pilotado por Peter Graff Orssich (A) y Rudolf Sauerwein (D) se clasificó 6º en la general y 1º en la clase 2.0. En la edición de 1938, el Adler Trumpf Rennlimousine puesto en competición con el #33, en manos de Otto Lohr y el Conde Paul Von Gilleaume, obtuvo el 7º puesto en la general y la victoria en la clase 1.5 litros.



Años más tarde Adler pasó a formar parte del imperio Auto Union. El Adler Rennlimousine ganó el Concurso de Elegancia de Pebble Beach de 1996.




¿La figura de las fotos?... Una MARAVILLOSA réplica de Tazio Nuvolari que se vino a curiosear por mi garaje. Realizada por las increíbles manos de Raúl (Flamescustom) para Penélope Pitlane y pintada extraordinariamente por mi amigo Enric (Joeslot). La resina es la cuarta versión Le Mans de la marca Tertre Rouge Racing Cars del artesano británico Marlon Foakes.

6 comentarios:

  1. FANTÁSTICO!!!!!
    Mas que un motivo de abandono me suena a excusa.
    Un abrazo: Enric

    PD: Nuvolari llegó en moto tal y como puede apreciarse por las botas

    ResponderEliminar
  2. PIEZON!!!!!!!

    Esto ya empieza a afectarme seriamente la salud,que maravillas y que envidia .....Veo que te has tomado en serio la adquisición de clásicos,no me queda más que aplaudir tu buen criterio.

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Hola socrapula!!!!

    Ya no te dego que es fantastico pq es como el Barça....ya se sabe...

    Pero amigo mio....como soy un mamon de cuidado..hay unas figuras tokyoplameras que no habeis visto........de unos gentleman driver,s....de los años 20 y 40..jejejejejejejee...juntamente con una de Indianapolis.....jejejeje

    ResponderEliminar
  4. Gracias por vuestros comentarios, "mosqueteros".... jejejejejeje

    Un coche que me ha gustado mucho colgar en el blog, por su historia, su aspecto rompedor en su época, su sencilla realización a cargo de Tertre Rouge... y por el visitante que vino en moto...

    Un abrazote.

    ResponderEliminar
  5. Como siempre Alex, unos coches preciosos... me encanta ese faro central... verlo en la realidad, encendido a altas horas de la noche debia ser espectacular...
    Un abrazo
    DANI

    ResponderEliminar
  6. Hola Dani... pués si, tenía que ser un espectáculo ver correr estas maravillosas obras de arte con los tres faros delanteros encendidos...

    Curiosamente, al BMW 328 también le fotografié el frontal porque, como detalle, el faro central me parecía de lo más interesante de ese auto...

    Gracias por el comentario, Dani... nos vemos próximamente en Valencia... Un abrazote.

    ResponderEliminar

Muchas gracias por visitar el blog y por añadir un comentario; te lo agradezco. Reconozco que me gusta que me escriban, y me gusta responder.