Victor Gauntlett quiso volver
a ver el nombre de Aston Martin en los circuitos, pero carecía de los medios
necesarios para tener él sólo un programa de competición. Por eso en 1981 fundó
una sociedad con Robin Hamilton: Nimrod Racing Automobiles Company (NRAC) que tenía
como fin hacer correr a buen nivel un Aston Martin, o al menos, de momento, una
coche de carreras propulsado por un motor de la marca, el siempre fiable V8
concebido por Tadek Marek.
A ellos se sumó el afortunado
importador de la marca en los Estados Unidos, Peter Livanos, de origen griego,
cuya madre era la hermana de Stravos Niarchos, un armador griego y uno de los
hombres más ricos del planeta. Esa vez el dinero no faltó. Bajo estos favorables
auspicios, dos chasis fueron preparados para la temporada 1982, con motor
central trasero, el V8 que desarrollaba entonces 520 caballos.
El primero de estos chasis, el
NRAC1/003, pertenecía a Robin Hamilton. Su carrocería fue decorada en plata y
verde. El segundo chasis, el NRAC1/004, fue inscrito por Lord Downe, un amateur
ligado desde hacía mucho tiempo a la marca y presidente del Aston Martin Owners
Club: el coche pintado en rojo, blanco, azul, los colores de la Union Jack, recordaban
a la bandera inglesa. Desgraciadamente, los motores V8 Aston Martin de
competición montados por Aston Martin Tickford, una filial de la marca,
tuvieron desde el inicio de su carrera numerosos problemas mecánicos.
El 19 de junio de 1982, los
dos Aston Martin Nimrod formaban parte de la parrilla de las 24 Horas de Le
Mans con los dorsales de carrera #31 y #32. Al volante, los pilotos Needell-Lees-Evans
para el NRAC2/003 (#31) y Mallock-Salmon-Philips para el NRAC2/004 (#32).
El primer coche, después de un
pinchazo a 320 km/h, tuvo un grave accidente en la recta de Mulsanne (el
piloto, Tiff Needell salvó su vida de milagro). El segundo coche, dirigido
desde boxes por Richard Williams, uno de los más grandes probadores de Aston
Martin en el mundo, sufrió también su dosis de problemas, en particular a nivel
de la alimentación de carburante, tras ocupar durante la noche la cuarta plaza
de la clasificación general. Finalmente acabó, con cinco cilindros, en la
séptima plaza, lo que es muy encomiable teniendo en cuenta que participaron 55
coches.
En 1983, tras una tentativa de
imponerse en las carreras americanas sin éxito alguno, un Nimrod NARC2/004 fue
inscrito en Le Mans por Lord Downe. Desgraciadamente, la carrera estuvo plagada
de diversos incidentes mecánicos y, a las diez de la mañana del domingo, una
biela atravesó el bloque del motor, causando el abandono del coche tras 217 vueltas.
En 1984 se alinearon dos
modelos Aston Martin Nimrod en Le Mans. Al despuntar la noche, un serio
accidente eliminó al mismo tiempo a los dos participantes, quedando estos dos
coches totalmente destruidos. Fue el fin del proyecto Nimrod, pues no contaban
con los recambios necesarios para reconstruir totalmente los dos prototipos.
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