Totalmente opuesto a la restricción de
cilindrada impuesta por la CSI (Commission
Sportive Internationale) al finalizar las 24 Horas de Le Mans de 1967, Enzo
Ferrari anunció que no disputaría la siguiente edición. En efecto, los
Sport-Prototipos por normativa pasaban a estar limitados a 3000 cm3,
pero los coches de Sport construidos en una serie de 50 ejemplares podrían
alcanzar los 5000 cm3. Para 1968 Enzo mantuvo su amenaza de boicot y
una vez más demostró su firmeza. Ciertamente, no sólo mantuvo la palabra, sino
que la sucesión de acontecimientos le dieron la razón.
El resultado del Campeonato del Mundo así
como el de las 24 Horas de Le Mans confirmaron la precisión de sus pronósticos.
Con esta victoria moral, il Commendatore
pudo volver a las carreras de resistencia con la cabeza bien alta. Para 1969 se
anunciaron modificaciones técnicas más favorables para los Prototipos, siendo
posible diseñar coches más ligeros y más funcionales, sin hablar de una mayor
concesión a la libertad aerodinámica.
Tras el triunfo de Lola en Daytona y de Ford
en Sebring, las cinco victorias seguidas de los Porsche alemanes en el mundial
de resistencia (Sebring, Brands Hatch, Monza, Targa Florio y Spa) fueron un
significativo toque de atención a Ferrari si quería conseguir salir victorioso
en La Sarthe. A finales de mayo, en la firma transalpina comenzaron a hacer las
pruebas de una carrocería cerrada para el 312 P en vistas a las 24 Horas de Le
Mans, con el fin de ganar velocidad punta sobre todo aprovechable en la
interminable recta de Les Hunaudières.
El chasis 0870 que equipaba el Ferrari 312 P
#18 de Pedro Rodríguez y David Piper se distinguía del 0868 de Chris Amon y
Peter Schetty por su suspensión delantera provista de un dispositivo que
favorecía la frenada con lluvia. Autor de un modesto 3’41”6 en la primera
sesión de entrenamientos, Pedro Rodríguez realizó el mejor tiempo de los
Ferrari en la segunda sesión con un 3’35”5, calificando en 5ª posición de la
general.
Transcurrida una hora de carrera, Pedro
Rodríguez marchaba en 14ª posición, retrasado por el fatal accidente; 10º en la
segunda hora, 9º en la tercera y 6º transcurridas tres horas y media, el 312 P
no cesaba de ganar plazas en la clasificación. Fue entonces cuando la caja de
cambios empezó a hacer de las suyas y, aunque los mecánicos trabajaron a toda
prisa, se perdieron 19’ en boxes.
Con el 312 P Ferrari tenía un arma capaz de
volver a llegar a la cumbre y sin embargo fue sacrificado sin haber podido
exprimir todo su potencial. La Scuderia se retiró en las dos últimas carreras
del Campeonato Internacional de Marcas, abandonando el pódium final a Porsche,
Ford y Lola. Los dos 312 P Coupé fueron vendidos a Luigi Chinetti que los hizo
debutar en el final de la temporada de la Can-Am, en manos de Pedro Rodríguez y
Chris Amon…
Ferrari 312 P Coupé #18, abandonó en Le Mans
1965 por avería en la caja de cambios. Kit bruto en resina de la marca TKP
(MMK) pintado y montado por Enric Roca Mata sobre chasis completo del Ferrari
512 de Fly (Colección Mulsanne Stone).
Siempre me gustó este modelo,gracias por el aporte de la historia, las fotos y que manitas tiene el Sr.Enric...
ResponderEliminarGracias Juanjo por tus comentarios. Este modelo, que empezó siendo un spyder, tuvo muchos problemas de fiabilidad en las carreras precedentes a Le Mans, aunque el prototipo en sí habría sido capaz de derrotar a sus contrincantes. El problema fue que Enzo Ferrari estuvo reticente a la hora de "fichar" (léase pagar bien) buenos pilotos del momento como Ickx, Bell, Siffert o Surtees.
EliminarPor otro lado, siempre he considerado a Enric un crack. Mi colección no tiene sentido sin los innumerables coches que han pasado por sus manos.
Un abrazote.
Alex, un tremendo coche, muy bello, y mejor aun la historia. Leyendo tu blog aprendo mucho de estos coches y de Le Mans (mi carrera preferida).
ResponderEliminarUn gran abrazo!
Gracias Juanh, tus palabras me animan a seguir. Las 24 Horas de Le Mans también es mi carrera preferida, soy una apasionado rendido a la prueba gala.
EliminarEnorme abrazo.