LA MINIATURA.
César Jiménez escogió el Lancia Aurelia B20 GT que participó en las 24 Horas de Le Mans de 1951 con el dorsal #33 para incluirlo en su espectacular catálogo. La extraordinaria resina de Slot Classic, referencia CJ-28, salió al mercado en 2007. La versión que presentó en esa ocasión el artesano de Gijón corresponde a la unidad con número de chasis 1010 y matrícula VC 25466. Se realizó en un elegante color granate y fue el único representante de la marca turinesa en la carrera de ese año.
César Jiménez escogió el Lancia Aurelia B20 GT que participó en las 24 Horas de Le Mans de 1951 con el dorsal #33 para incluirlo en su espectacular catálogo. La extraordinaria resina de Slot Classic, referencia CJ-28, salió al mercado en 2007. La versión que presentó en esa ocasión el artesano de Gijón corresponde a la unidad con número de chasis 1010 y matrícula VC 25466. Se realizó en un elegante color granate y fue el único representante de la marca turinesa en la carrera de ese año.
La miniatura protagonista de las fotografías llegó a mi vitrina procedente de un cambio.
Tenía en mi poder varios ejemplares de los coches que se entregan en las
finales del Campeonato de España de Slot, de cuando me dedicaba a la competición. Lo cierto es que
esos coches no me decían nada y no formaban parte, ni por asomo, de mi criterio
de colección. Mis amigos Joan, Santi y Javi, que comparten mesa en los
mercadillos a los que concurren, se llevaron algunos de ellos como contraprestación del cambio que os comentaba.
ORIGENES. A finales de los años 40 Vincenzo Lancia, fundador de la marca de automóviles que lleva su nombre, dejó las riendas de la empresa en manos de su hijo Gianni Lancia, que se ocupó en lo sucesivo de los futuros modelos de la firma italiana, afincada en Turín. El Aurelia fue el primer proyecto del que se hizo cargo.
ORIGENES. A finales de los años 40 Vincenzo Lancia, fundador de la marca de automóviles que lleva su nombre, dejó las riendas de la empresa en manos de su hijo Gianni Lancia, que se ocupó en lo sucesivo de los futuros modelos de la firma italiana, afincada en Turín. El Aurelia fue el primer proyecto del que se hizo cargo.
La
pre-historia del Lancia Aurelia es preciso situarla durante la Segunda Guerra
Mundial. Francesco de Virgilio, experto ingeniero especialista en el equilibrio
de los motores examinó, a expensas de Lancia, un seis cilindros en V a
39º. De Virgilio concluyó el análisis observando que para que el motor diera un
funcionamiento óptimo, el ángulo V debía aumentar hasta un valor de 60º. Lancia, tras
el final de la gran guerra, planeando una nueva serie del Aprilia, realizó
un nuevo motor de 1569 cc, pero con
ángulo a 45°, el valor máximo permitido por el capó motor del coche. El
prototipo funcionó durante todo 1947, pero al año siguiente la evolución del Aprilia fue abandonada definitivamente, a favor de un modelo completamente
nuevo, el Aurelia.
Bajo la dirección técnica del genio Vittorio Jano, responsable de la Reparto Esperienze Lancia antes de 1937 y padre de los “grandes” Alfa Romeo como el P2, el P3 o el Monza, se desarrolló el nuevo proyecto. Se trataba de dar relevo al obsoleto Aprilia. Jano diseñó un nuevo chasis partiendo de la berlinetta B10, mientras Francesco de Virgilio, con la colaboración de Ettore Zaccone-Mina, dotó al vehículo de un motor seis cilindros en V en aleación ligera de acuerdo con sus convicciones teóricas, adoptando la solución definitiva del ángulo a 60º. Este propulsor de 1754 cc suministraba una potencia de 56 cv a 4000 rpm.
PRESENTACION. Fue presentado al gran público el 4
de mayo de 1950 con motivo del Salón del Automóvil de Turín. Aunque en
el momento de su lanzamiento el B20 estaba homologado para tres personas (todos
ellos acomodados en un único asiento delantero), la distribución interior fue
cambiada posteriormente y el “nuevo” Aurelia inauguró una fórmula que gozó de
gran éxito durante los siguientes veinte años: el de "Gran Turismo de 2+2 plazas”.
Se trataba de uno de los vehículos más avanzados del mundo, puesto que fue el
primer automóvil de producción en serie en utilizar un seis cilindros en V y el
primero que calzó los famosos neumáticos radiales “X” de Michelin, sustituyendo
a los “normales” de Pirelli. Los ejemplares salieron de los talleres
de Turín al “módico” precio de 2.600.000 liras, precio que no impidió que
gozara de un rotundo éxito comercial.
El primer
B20, de las 6 series que llegaron a fabricarse, fue mejorado en 1951 lanzándose
al mercado el denominado B21. Muy pocas diferencias se podían advertir entre
ambos modelos; la más notable se encontraba en el propulsor, que en este último
había ascendido a 1991 cc de cilindrada y 70 cv de potencia. Precisamente del
modelo B21 partió la versión que nos ocupa, el Lancia Aurelia B20 GT.
Los autores no se ponen de acuerdo en la paternidad del diseño final. Unos aseguran que los lapiceros del genio Pininfarina dibujaron las bellas formas del admirable deportivo italiano, redondeando suavemente la línea de la carrocería. Otros señalan al turinés Gianpaolo Boano; su padre, Mario Felice Boano, era el propietario de Ghia. También hay quien atribuye el diseño a Boano y la realización a Pininfarina. Quizás esta discrepancia, todavía no resuelta, viene por el hecho de que parte de la producción (98 unidades) fueron encargados por Boano a la factoría Carrozzeria Viotti, pues la línea de producción de Ghia estaba colapsada y el resto de unidades salieron de los talleres de Carrozzeria Pininfarina.
El Aurelia
B20 GT se fabricó entre abril de 1951 y febrero de 1952 aproximadamente. De dimensiones
contenidas (428 cm de largo y 154 cm de ancho) es, junto con el casi
contemporáneo Alfa Romeo Sprint 1900, uno de los más manejables y veloces deportivos
italianos de la época. Montado sobre un chasis monocasco cuya distancia entre
ejes se acortó respecto al B21, alojaba su mismo motor pero más afinado hasta alcanzar
los 75 cv a 4500 rpm.
Una segunda
serie del coupé fue optimizada con frenos más potentes y una suspensión más
baja, entre otras mejoras mecánicas, logrando un total de 80 cv de
potencia. Suspensión independiente en las cuatro ruedas, transmisión con
tracción trasera y una caja de cambios de cuatro velocidades lanzaban este
automóvil de 1070 kg de peso en orden de marcha hasta los 180 km/h. Desde sus
inicios ya era toda una máquina muy competitiva. Y así es como el Aurelia B20,
una “modesta” berlinetta, se
convirtió en uno de los coches que más éxitos deportivos ha forjado para la
marca transalpina.
El 1 de abril de 1951, el Tour de Sicilia inició la temporada de las grandes carreras de ese año. Debutaba la nueva berlina de Lancia, la B21, equipada con el motor de dos litros, obteniendo la victoria de clase marcando unos tiempos mucho mejores que el Alfa Sprint. Este éxito deportivo satisfizo tanto a la firma italiana que decidieron crear su propia escudería de carreras. Entre el 28 y 29 de abril del mismo año participaron cuatro coupés B20 “semi-oficiales” en las Mille Miglia. El pilotado por Giovanni Bracco y Umberto Magioli terminó en segunda posición, precedido solamente por el Ferrari 340 América de Gigi Villoresi que erogaba 240 cv…
EN LAS 24 HORAS DE LE MANS. Tomar parte
en las 24 Horas de Le Mans era todo un reto para los fabricantes de automóviles
de los años cincuenta. Lancia también sucumbió a esta propuesta y aceptó el desafío en la edición de
1951, celebrada del 23 al 24 de junio, también semi-oficialmente, bajo la tutela de la Scuderia Ambrosiana. Los pilotos
transalpinos Giovanni Bracco y Giovanni "Johnny" Lurani (Conde de
Calvenzano) hicieron una maravillosa carrera, muy regular, logrando que su
Aurelia B20 GT consiguiera la victoria en la categoría (hasta 2000 cc), alcanzando
el duodécimo lugar absoluto en la general.
El Lancia Aurelia de Bracco/Lurani superando al
Porsche 356 A de los franceses Veuillet/Mouche.
Charles Faroux, co-fundador de las 24 Horas de Le Mans y director de la carrera de 1923 a 1956, comentó al finalizar la misma que el Aurelia encarnaba el verdadero espíritu de Le Mans, pues era un automóvil que te podía llevar tranquilamente al teatro y después defenderse muy dignamente en la pista. Definición exacta de lo que se esperaba de un auténtico GT, ya que el Aurelia fue el primero en denominarse con estas siglas.
Para este
tipo de carreras, la berlinetta iba
dotada de un “limpia” opcional colgado de la parte superior del parabrisas
delantero. Además cabe reseñar también la ausencia de parachoques y tapacubos
en las ruedas, mejorando la aerodinámica del coupé y dándole un aire más racing.
Esta era la librea típica del B20 en las competiciones.
Participó con éxito en las más importantes carreras mundiales de resistencia: por tierras mexicanas en la Carrera Panamericana, en la famosa Targa Florio siciliana e incluso en la Liège-Rome-Liège, obteniendo casi siempre la victoria en la clase Gran Turismo, por delante incluso de los potentes automóviles de la clase Sport, como Ferrari o Maserati.
muy interesante la reseña, me sorprendió el detalle del limpiaparabrisas adicional.
ResponderEliminargracias por compartir.
Hola Gaucho
EliminarPues resulta que en Le Mans por esa época llueve bastante y en muchísimas ocasiones la lluvia ha estado presente en algún momento u otro de la carrera.
Así que un limpiaparabrisas adicional era una buena idea, más teniendo en cuenta que en esos años la tecnología de los limpias era bastante vasta, por decirlo de alguna manera.
Gracias por el comentario. Un gran abrazo.
Alex, he visto en la web algunas miniaturas del Aurelia en 1/43, pero nunca me ha llamado mucho la atención; ahora, luego de leer tu entrada, descubro que logró éxitos en muchas famosas carreras, así que me lo apunto para el futuro. Del coche que presentas, me ha encantado el color y la parrilla delantera con el nº33.
ResponderEliminarAbrazos!
Gracias Juanh por tus palabras.
EliminarEfectivamente, Lancia tiene una larga historia en el automovilismo deportivo; los grandes éxitos los ha cosechado principalmente en rally con sus Fulvia, Stratos, 037 y, sobretodo, Delta Integrale. En el mundial de resistencia son interesantes los Beta Montecarlo, los LC1 y los LC2; éstos últimos chocaron en el tiempo con los imbatibles 956 y 962, por lo que poco pudieron hacer. Incluso encontramos el D50 en las competiciones de F1.
Pero es cierto que el nombre de Lancia no llama poderosamente la atención, quizás injustamente. Y aquí está la valiente berlinetta Aurelia B20 GT para demostrar su casta.
Un gran abrazo.
Recién escribí un comentario y no apareció...
Eliminar¡A escribir de nuevo!
Decía algo así como que a mi sólo el Aurelia no me atraía mucho, Si el resto de los Lancia, de los que tengo 12 en total: 1 037, 2 Stratos, 3 Delta, 2 Fulvia, 1 D50, 1 D20, 1 Beta Montecarlo Turbo y 1 LC2.
Abrazos!