Os presento una entrada
bastante larga dedicada a un modelo largamente deseado, este pequeño Morgan que
me enamoró desde el primer día. Había pensado fraccionarla en dos partes, pero no tendría sentido hablar primero de la miniatura y dejar la historia del coche a medias. Así que me he decidido a publicarla entera aún a riesgo de pegaros un ladrillazo. Espero
que no se haga demasiado pesada su lectura pues la hice con todo el cariño
y la pasión que siento por este hobby y por el automovilismo deportivo. Disfruté enormemente y deseo que se os haga amena y me comentéis vuestras
impresiones al final, si os apetece. Vamos a por ella…
LA MINIATURA
En agosto de 2002
Slot Classic sorprendía a sus clientes con la presentación de la referencia CJ-18,
una tirada de 400 unidades (de las cuales, 226 RTR). La pieza de resina era una
fantástica réplica en miniatura del Morgan Plus 4 SS, el clásico deportivo
británico conocido por TOK 258 pilotado por los también británicos Chris
Lawrence y Richard Shepherd-Baron. Este pequeño automóvil se llevó la victoria
final de la categoría 2 litros en las 24 Horas de Le Mans de 1962. Entre las
variaciones adicionales fabricadas en su día por la firma asturiana encontramos
algunas versiones civiles, de indudable encanto, que completaban el abanico de
posibilidades de este molde.
César Jiménez, gran
admirador de Henry Morgan (fundador de la Morgan Motor
Company) y conocedor del historial deportivo de la marca anglosajona, tenía en
mente el montaje, para su colección particular, de dos versiones inéditas de
los coches que se habían presentado en los tests de Le Mans. En concreto, el
primero se correspondía con el que está pintado en avian blue (azul cielo)
con los dorsales en blanco y matrícula XRX 1, presentado en los ensayos de
1961. El segundo coche se refiería al que está pintado en burgundy red (rojo)
con el dorsal #28 y matrícula TOK 258.
Cuando César inició
el proyecto del Morgan Plus 4 SS se fueron rechazando piezas durante las pruebas que se efectuaron
previamente y también durante su producción, piezas que él
mismo guardó meticulosamente en “uno de sus cajones”. Una década después y
coincidiendo con el 50º aniversario de la hazaña del TOK 258, siendo consciente
de que no disponía del tiempo necesario para acabar de completar esos coches y
dado que no quería desaprovechar tan sonada conmemoración, nos brindó la
oportunidad de rematar su propósito personal cediéndonos las piezas celosamente
guardadas durante 10 años.
Estas nuevas
miniaturas tienen unas ligeras modificaciones respecto a la referencia original. A los pilotos se les maquilló las manoplas para que parecieran guantes.
En los interiores también se han hecho algunas mejoras, a pesar de que casi
todos esos detalles no se van a apreciar desde el exterior. El volante quedaba
un poco alto y se ha cortado por debajo para situarlo a su altura
correspondiente; se han añadido unos retrovisores apoyados en el tablero de
mandos y por último se le ha dotado de una palanca de cambio de marchas.
Para rizar el rizo, a
las dos versiones inéditas que quería César para su colección le hemos añadido
otra, la portadora de la matrícula 170 GWP, pintada en british racing green,
hardtop blanco y dorsales sin numerar. Este coche se lo cedió la fábrica Morgan
al equipo de Chris Lawrence en las 24 Horas de Le Mans de 1962 para que, en
caso de necesidad, donara sus piezas como recambio al TOK 258.
LA MARCA MORGAN
Henry Frederick
Stanley Morgan fundó en 1909 la firma que, un siglo más
tarde, todavía lleva su nombre. Administrada en la actualidad por su
descendiente directo Charles Morgan (su nieto) otrora fue dirigida también por
su propio hijo, Peter Morgan.
Cuando H.F.S. empezó
a fabricar automóviles, las tasas que gravaban a los vehículos de cuatro ruedas eran muy elevadas, según consideraciones de la ley de entonces. Esta
es la razón por la que Morgan decidió empezar por construirlos de tres ruedas: se asimilaban legalmente a las motocicletas, que soportaban impuestos bastante menores.
Los triciclos de Morgan con motor de 2 cilindros han escrito una bonita leyenda
en la historia de la firma británica.
El primer Morgan de
cuatro ruedas salió de la fábrica en 1936 bajo el nombre de 4/4, para dar a
entender a los futuros clientes que este emblemático modelo marchaba sobre
cuatro ruedas e iba dotado de un motor de cuatro cilindros, en concreto un
Coventry-Climax de 1.122 cc. Este coche ha estado siempre en producción hasta
la actualidad, contando solamente con dos breves paradas: la primera durante la Segunda
Guerra Mundial y la segunda entre 1951 y 1955. Por el contrario, tanto la marca de los
propulsores como su cilindrada han ido cambiando y evolucionando continuamente.
La Morgan Motor
Company cumplió en 2009 cien años. ¿Qué marca puede decir hoy en día lo mismo?
Ninguna. Un hombre predijo tal longevidad: Soichiro Honda (fundador de Honda
Motors). Cuando hace unas décadas visitó la fábrica de Malvern Link, al
finalizar la misma se dirigió a Peter Morgan, entonces a la cabeza de la
empresa, y le dijo:
“Bajo mi parecer, en el siglo XXI no habrán más que tres constructores de automóviles... y Morgan”
La anécdota, recogida
en la revista Auto Collection, nos viene a decir que a pesar de que la firma
británica nunca ha tratado de innovar su estética, disfruta de un
éxito difícil de explicar. Hoy en día, la Morgan Motor Company, situada siempre
en la misma ubicación de Gran Bretaña, en la localidad de Malvern Link, en el
condado de Worcestershire, da trabajo a unos doscientos empleados,
produciendo alrededor de 600 vehículos al año. Cabe resaltar que el plazo de
entrega de estos automóviles “fabricados a mano” es actualmente de uno a dos
años, no demasiado tiempo teniendo en cuenta que en el pasado fue de entre
cinco y diez años.
MORGAN EN LE MANS
Chris Lawrence
alcanzó desde 1956 una notable reputación deportiva con su Morgan matrícula TOK 258. En
1961 se consideraba lo suficientemente preparado como para participar en las
carreras europeas. Esta noticia no era del agrado de su madre y de su padrasto
hasta tal punto que consiguieron un acuerdo legalmente vinculante del Alto
Tribunal cuya medida cautelar le impedía correr con "El vehículo a motor
Morgan 4 Plus matrícula TOK 258".
Después de darle
muchas vueltas a la cabeza se dio cuenta de que el propio texto de la medida
cautelar sólo le impedía competir con el TOK 258. Como su intención era seguir
corriendo, encargó a la marca que le fabricaran un nuevo Morgan semejante al
que ya poseía. El coche le fue entregado en mayo de 1961, con el chasis 4840 y
registrado con la matrícula XRX 1. Lo puso a nombre de Richard Shepherd-Baron,
un piloto que estaba encuadrado en su propio equipo de competición, el
Lawrencetune. El automóvil fue pintado en un azul pálido bastante atractivo,
conocido en la fábrica como avian blue.
El coche ya estaba
preparado para competir, como si de un gemelo del TOK 258 se tratara y fue
llevado a los entrenamientos de Le Mans al mes siguiente. Los comisarios del
A.C.O. (Automobile-Club de l’Ouest, organizadores de la prueba) le
denegaron a última hora la participación en la carrera, alegando que
el Morgan era un coche pasado de moda. Aseguraban que se trataba de un coche de
pre-guerra repintado al que se le había provisto de unos frenos de disco y
llantas de radios. La verdadera razón parecía radicar en la presión que
ejerció Standard-Triumph que, tras haber visto como sus TR3 caían derrotados
por el equipo Lawrencetune en todas las pistas de Gran Bretaña, no quería
correr el riesgo de ver como sucedía lo mismo con los nuevos TRS, equipados con el recién estrenado motor Sabrina de doble árbol de levas.
El equipo de Crhis
Lawrence se fue contrariado de Le Mans, pero no se dio por vencido. Apareció posteriormente en Monza,
inscrito en la Coppa Inter Europa. Chris aceptaba la medida cautelar y se
inscribía con el XRX 1, mientras dos de sus empleados lo hacían con el TOK 258.
Debido a que los coches iban con un gran depósito, el equipado originalmente para
la carrera de Le Mans, Chris estaba seguro de que podía acabar sin necesidad de
parar a repostar. Marchaba tercero, cerca de la cabeza formada por los Porsche RSK de
Edgar Barth y Von Hanstein. Cuando a falta de 45 minutos éstos debieron parar
en boxes para reabastecerse de combustible, el pequeño Morgan tomó la
delantera.
Quedaban menos de 30
minutos para el final cuando el motor TR, que ya llevaba a sus espaldas la carrera
de Goodwood, quemó una válvula y se vio obligado a circular a bajas
revoluciones para no tener que abandonar. El Porsche de Van Hanstein lo pasó y Chris
tuvo que conformarse con ganar su categoría en lugar de ganar merecidamente la
carrera. Sin embargo se trataba de un gran resultado, que los alentó para la
siguiente temporada.
Para la campaña
deportiva de 1962, Chris estaba decidido a llegar a Le Mans y se puso a
trabajar sobre el coche. Al viejo TOK 258 Lawrence le dio un bonito y
sofisticado toque pintándolo en burgundy red y con este color apareció en los
entrenamientos de Le Mans.
ENTRENAMIENTOS DE
MAYO
El habitual copiloto
de Lawrence, Richard Shepherd-Baron, esta vez no acompañó al equipo a los entrenamientos
que se efectuaron en mayo. Chris se desplazó con un mecánico del Lawrencetune,
Lesly Fagg, un antiguo compañero de trabajo en Rotax que también dejó la
compañía cuando ambos empezaron el proyecto del equipo.
Climatológicamente
hablando, el tiempo del domingo fue atroz. Pero el coche, calzado con
neumáticos Dunlop, se comportó muy seguro sobre mojado gracias a su estabilidad
y manejabilidad. El piloto iba muy confiado sobre la lluvia y sacó lo mejor del
Morgan en esas condiciones. Fue la sorpresa general al hacer un tiempo por
vuelta cercano al del Jaguar type E de Cunningham, al que por prudencia no
quiso adelantar…
Durante los ensayos
Chris Lawrence estuvo probando los límites de adherencia del vehículo y perdió
el control en Arnage, trompeando sin consecuencias importantes. Tan sólo el
radiador sufrió daños al estar situado en la parte baja del frontal, recibiendo
un buen golpe. El rendimiento del coche fue muy bueno y el equipo Lawrencetune
estaba muy feliz, pero eran conscientes que lo importante era la carrera de
junio.
LA CARRERA DE 1962
Para poder afrontar
su reto de las 24 Horas de Le Mans Chris pidió el soporte de fábrica y Morgan, que
tenía una política de empresa de mantener los tipos de modelo bien definidos,
pidió que el coche se pintara en british racing green, negándose en principio Lawrence a cambiar de color, pues había desembolsado una buena cantidad
de dinero cuando lo pintó de rojo.
Pero como el piloto y
probador necesitaba la nueva carrocería desarrollada por Morgan, dotada de una
linea más baja que mejoraba la aerodinámica y rebajaba el peso, al final cedió en
la idea del color. Con la nueva carrocería ambas partes salieron ganando,
creando un “híbrido” que fue la base de la nueva versión en edición limitada fabricada por la marca, llamada “Morgan 4 Plus Super Sport”, de la que se vendieron 101 unidades.
Para la carrera la
fábrica Morgan ofreció dos mecánicos experimentados y además prestó un coche de
repuesto, el registrado con la matrícula 170 GWP, para ser utilizado como
donante de piezas. Los dos coches fueron llevados a Le Mans por el propio
equipo Lawrencetune. Aunque no tenía demasiada experiencia en carreras de 24
horas estaba muy motivado y confiaba en hacer un buen resultado. Peter
Morgan acudió a Le Mans para dar ánimos al equipo, aunque de entre todos ellos
ninguno creía en la victoria… con la excepción de Chris.
La estrategia de la
carrera era muy sencilla: acabar. Si lo conseguían tendrían una muy buena
oportunidad de ganar en la categoría Gran Turismo 2 litros, cosechando unos
buenos puntos para el campeonato. El reglamento para 1962 permitió la entrada
de la clase “experimental” para coches deportivos de hasta 4 litros de
capacidad. En esta categoría estaban incluidos los Ferrari, Maserati, Jaguar y
Aston Martin, conducidos por grandes pilotos de talla mundial, como Hill y Gendebien
con el 330 Tri, ganadores a la postre…. Esta rivalidad entre los grandes
experimentales fue muy beneficiosa para la estrategia de Morgan, pues la
mayoría de ellos no logró acabar.
El TOK 258 hizo una
salida espectacular: Chris se había entrenado concienzudamente para hacer un
buen sprint inicial hacia el coche y meterse rápidamente en él… y fue uno de
los primeros en salir, pasando noveno por la recta, sorprendiendo a más de un
piloto de los grandes. Aunque el motor no era muy potente, su fuerte estaba en
la aceleración. En la larga recta de Les Hunaudières pudo alcanzar los 225
km/h, una velocidad punta más que interesante si remarcamos que los más rápidos
no sobrepasaban los 270 km/h.
Chris Lawrence estaba
muy contento con la rápida conducción que efectuaron por la noche, sin
necesidad de utilizar las señales en los puntos de frenada que sí utilizaron
otros equipos. Mantuvieron un gran nivel de concentración y no se sintieron
perjudicados por la limitida visibilidad nocturna. Por eso explicaba a menudo
que “Si un piloto no era capaz de conducir de memoria durante la noche tras
haber conducido durante horas de dia, no deberia estar corriendo en Le Mans”.
El momento más
peliagudo que sufrieron fue al manecer, cuando la luz del sol estaba a la altura
de los ojos y apareció la bruma matinal. Era muy difícil anticiparse a su
ubicación porque flotaba por todo el circuito al azar y cuando el piloto se
metía en uno de estos bancos de niebla solamente tenía que conducir rezando
para no encontrarse nadie parado. Afortunadamente logró zafarse de los
diferentes coches accidentados
Hubo un momento de pánico antes de finalizar la carrera cuando reventó uno de los tubos de escape cerca del depósito de la gasolina. En una de las paradas rutinarias decidieron que no valía la pena su reparación, remendándolo lo justo para que acabara, sin más efecto que bajar las revoluciones del motor y aguantar un ruido espantoso. No obstante, el coche seguía yendo bien.
A las 4 de la tarde del sábado 4 de junio de 1962 la historia deportiva de Morgan se escribía con letras de oro: Richard Shepherd-Baron condujo el TOK 258 a la que fue sin duda la mejor victoria de Morgan. Decimotercero en la clasificación general a más de 151 km/h de velocidad media (incluyendo las paradas) este coche efectuó una carrera muy regular, no parando en boxes más que 28 minutos en el total de las 24 horas.
Una feliz pareja estaba sentada en el box del equipo mirando el TOK 258 pasar por meta: Peter Morgan y Chris Lawrence...
Piezas y resinas de Slot Classic y César Jiménez.
Hubo un momento de pánico antes de finalizar la carrera cuando reventó uno de los tubos de escape cerca del depósito de la gasolina. En una de las paradas rutinarias decidieron que no valía la pena su reparación, remendándolo lo justo para que acabara, sin más efecto que bajar las revoluciones del motor y aguantar un ruido espantoso. No obstante, el coche seguía yendo bien.
A las 4 de la tarde del sábado 4 de junio de 1962 la historia deportiva de Morgan se escribía con letras de oro: Richard Shepherd-Baron condujo el TOK 258 a la que fue sin duda la mejor victoria de Morgan. Decimotercero en la clasificación general a más de 151 km/h de velocidad media (incluyendo las paradas) este coche efectuó una carrera muy regular, no parando en boxes más que 28 minutos en el total de las 24 horas.
Una feliz pareja estaba sentada en el box del equipo mirando el TOK 258 pasar por meta: Peter Morgan y Chris Lawrence...
Piezas y resinas de Slot Classic y César Jiménez.
Pintura y calcas de Manuel Espallargas
Montaje y fotos de Enric Roca
Textos y fotos de Álex Aguilar
Montaje y fotos de Enric Roca
Textos y fotos de Álex Aguilar
La lectura Alex para nada se me ha hecho pesada; este hermoso auto se lo merece. En realidad, los tres hermosos autos lo merecen. Ahora los quiero en 1/43 para mi colección.
ResponderEliminarGran historia, otra de las bellas que nos entregaba Le Mans en aquellos lejanos pero inolvidables años.
Abrazos!
http://juanhracingteam.blogspot.com.ar/
Yo no lo he leído, solo he visto las fotos pero estas tres maravillas me resultan preciosas!
ResponderEliminarHace tiempo lo leí y hoy he vuelto a hacerlo. No ponerte unas palabras de admiracion y agradecimiento me ha parecido imperdonable. Una gozada.
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