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MI COLECCION LE MANS EN SLOT A ESCALA 1:32

jueves, 11 de noviembre de 2010

Masanori Sekiya, primer japonés en imponerse en Le Mans.

Hay quien sueña con casarse en Venecia o Las Vegas. En 1987, Masanori Sekiya eligió Le Mans para tomar por esposa a su compatriota Rasui Hoko. En 1995, su amor por La Sarthe y las 24 Horas de Le Mans tuvieron la justa recompensa de una victoria histórica. Al lograrla se convirtió en un héroe nacional y en el primer piloto japonés en inscribir las 24 Horas en su palmarés. Lo que Toyota no pudo ofrecerle, lo obtuvo con un McLaren.


Masanori Sekiya nació en noviembre de 1949 en Shizuoka (entre Tokio y Suzuka). Simple vendedor en el concesionario Mazda local, descubrió el automovilismo deportivo en 1971 al volante de Turismos. Trabajó con el preparador de Toyota Tom’s, donde se encargó de las labores más humildes y en 1982, sin conocer el idioma, Sekiya no dudó en trasladarse a Gran Bretaña para probar fortuna en la Fórmula Atlantic.


De vuelta a su país, Taichi y Oiwa (la “T” y la “O” de Tom’s) le confiaron coches de Turismo y del Grupo C para participar en campeonatos nacionales de la especialidad. Masanori demostró que era más rápido y constante al volante de los prototipos Toyota que pilotos más experimentados y más conocidos que él.


En 1985, Toyota delegó en la escudería Tom’s la misión de conquistar Le Mans, y Sekiya se encontró así como componente del trío que llevó el 85C al duodécimo lugar. El piloto japonés fue víctima entonces del encanto de la región de La Sarthe, y dos años más tarde, ante la sorpresa de su prometida, se casó antes de la carrera en el Ayuntamiento local.


Aquél mismo año rompió la hegemonía de los Porsche 962C en el Japan Sports Cars Championship, al ganar las citas de Fuji y Suzuka. Este discreto piloto no regateaba esfuerzos y ejercía su profesión tanto en los cokpits de los Turismo como en los monoplazas de F2, más tarde convertida en F-3000.


En las 24 Horas siempre formó parte de la tripulación más competitiva de Toyota. A pesar de ese trato de favor, en 1989 abandonó la marca en beneficio de un Porsche 962C del Team Kremer con el que se impuso en Fuji. En Le Mans esta “traición” no le trajo suerte, ya que tuvo que abandonar. De nuevo en el seno del primer fabricante japonés en 1990, repitió su triunfo en el Fuji Speedway, mientras en Le Mans, junto a Lees y Ogawa, acabó en el sexto puesto.


En la temporada siguiente, en el JSPC, cuatro podios y una victoria le dieron el tercer lugar del campeonato, posición que repitió un año más tarde. Aquel mismo año de 1992 en Le Mans, Sekiya eludió las trampas de una pista empapada y subió al segundo escalón del podio, detrás del Peugeot 905 de Warwik/Dalmas/Blundell.


En aquel momento era la punta de lanza de Toyota en su duelo con Peugeot. No es de extrañar, pues, que se le vuelva a encontrar en el mejor colocado de los Toyota TS10 un año después, cuando el dominio de los 905 fue tal que tuvo que conformarse con el cuarto puesto.


En 1995, con Toyota retirada, la aportación del patrocinador Ueno Clinic le permitió ocupar una plaza en el McLaren F1 GTR semioficial del Kokusai Kaihatsu Racing. En pleno cambio de reglamento, la edición de Le Mans parecía reservada a los Prototipos de la nueva categoría WSC, emcabezado por el Courage del trío Wollek/Andretti/Hélary.

Pero no se había contado con un tiempo caprichoso que, al nivelar las prestaciones,  favoreció el triunfo de un Gran Turismo. Sekiya tuvo la satisfacción y el honor de convertirse en el prime japonés en imponerse en La Sarthe. Además, la victoria de Dalmas/Letho/Sekiya inscribía a McLaren, la marca de Ron Dennis, en la muy restringida lista de constructores vencedores en su primer intento.


En una entrevista, su compañero de equipo, JJ Letho, le rindió homenaje puntualizando que Masanori Sekiya no se había contentado con aportar parte del presupuesto, sino que había asumido su papel a la perfección.

Unos meses más tarde, de nuevo al volante del F1 GTR, confirmó en los 1.000 Km de Suzuka que su victoria en Le Mans era merecida. Muy cuidadoso con la mecánica, Sekiya era el arquetipo del piloto de resistencia.


A principios del presente milenio, cambió el casco y el mono de piloto por el traje de director de escudería en… Tom’s. Siempre fiel a Toyota, en la actualidad pone su inmensa experiencia al servicio de los futuros campeones japoneses.

En cuanto a la miniatura, se trata, como ya sabréis, del McLaren F1 GTR de Ninco, decorado con calcas, algunas de las cuales transparentan y no se adaptan a la carrocería. Desde la perpectiva actual, vemos un coche "mal acabado", pero entonces, cuando lo compré, me pareció una maravilla y le tengo un cariño especial... además, es un winner... La figura es de Le Mans Miniatures, muy bien detallada, pero demasiado brillante para mi gusto.

10 comentarios:

  1. McLaren confió en los motores BMW y le dieron la victoria.

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  2. Que bonitos son todos los mclarens GTR

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  3. Como siempre, excelente trabajo. Y las fotos guapisimas.

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  4. Hola ALEX, justo hace 2 semanas lo he conseguido este coche en muy buenas condiciones, pero es verdad lo de las calcas autoadhesivas mmm... Pero es como tu dices es un winner y reposa al lado de su hermano mayor el cola larga GULF de Slot.It
    Buenisima la historia no la sabia, asi que me la agendo.
    Te mando un gran abrazo desde Argentina!!!

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Me gusta mucho el encuadre de tus fotos Alex,ya sabes que adquirí este modelo no hace mucho lo que agradezco su historia.

    A ver si nos lanzas algún modelo de la década de los 50 o 60,ya sabes uno que és un clásico......

    Saludos

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  7. Muy buenas piezas... sin duda una de las grandes sorpresas en Le Mans de los últimos 15 años es la victoria del McLaren beneficiado por las inclemancias del tiempo exigente de Le Mans

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  8. Excelente blog, he disfrutado y disfrutaré mucho con su lectura. Las fotos también son de gran calidad. Muy recomendado para los amantes de Le Mans.
    Saludos.

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  9. Qué preciosidad de cochecito, y qué delicia de artículo, como siempre, hilando muy fino, muy correcto y con unas fotos fantásticas..., salvo por el macoqui de LMM..., como la policía que vigila mis obras le mire en los bolsillos me lo llevo a mi taller con trena para enterrarlo en espuma de poliuretano.

    Salud!!!

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  10. Muchas gracias por los comentarios... a veces, el modelo menos pensado es el que desata más pasiones... a pesar del "makoki" jajajajjaja

    Un abrazote.

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Muchas gracias por visitar el blog y por añadir un comentario; te lo agradezco. Reconozco que me gusta que me escriban, y me gusta responder.