Continuemos con la historia iniciada la semana pasada... estábamos metidos ya en los preliminares de las 24 Horas de Le Mans de 1965:
Seis coches fueron presentados en los entrenamientos oficiales. Fiel a su método de trabajo, Alpine compara sus rendimientos con los del año pasado, lo que explica que el nuevo motor tipo 58 no sea utilizado. El único M65 presente está equipado con un motor de 1150 cc, asi como los tres M64 y el M63B. Como es tradición, un A110 con motor de 1108 cc de 95 cv completa el efectivo.
Seis coches fueron presentados en los entrenamientos oficiales. Fiel a su método de trabajo, Alpine compara sus rendimientos con los del año pasado, lo que explica que el nuevo motor tipo 58 no sea utilizado. El único M65 presente está equipado con un motor de 1150 cc, asi como los tres M64 y el M63B. Como es tradición, un A110 con motor de 1108 cc de 95 cv completa el efectivo.
Al volante del M64 #55 equipado con alerón, Henry Grandsire firma el mejor tiempo con 4’16”4, rozando los 190 km/h de media: un rendimiento impresionante a juicio de los observadores. A este ritmo, el pequeño motor de 108 cv propulsa el coche a 250 km/h no consumiendo más que 13.5 litros a los 100 km: “c’est la Saint-Hubert”, exclaman en el stand Alpine viendo la cara sonriente del ingeniero. En el mismo coche, Mauro Bianchi gira a 5 décimas de su compañero, contentándose con un 4’20” al volante de un M65 demasiado joven.
En esta ocasión, uno de los M64 iba equipado con suspensión oleoneumática (principio Citroën) desarrollada por Allinquant, pero le faltaba ponerla a punto puesto que el coche tenía una "desgraciada" tendencia a arrastrar el culo por el suelo.
En dos días, los seis Alpine rodaron más de 5000 km de ensayos, en manos de diez pilotos diferentes: Grandsire, Bianchi, De Lageneste, Cheinisse, Masson, Vinatier, Hanrioud, Consten, Bouharde y Monneret. La seriedad de la preparación de Alpine se acogió unánimamente con satisfacción y el fin de semana habría sido perfecto si no hubiera ocurrido el fatal accidente sobrevenido, al volante de un Maserati, a Lucky Casner, el americano que hizo debutar el Alpine M63 dos años atrás.
Para completar su preparación, Alpine inscribe el M65 en la Targa Florio con Bianchi y Grandsire. Bien posicionado en los entrenamientos, el M65 confirma su potencial en carrera antes de que Grandsire fuera victima de un serio accidente en la quinta vuelta. El M65 (chasis 1718) queda totalmente destruido por el fuego y el piloto con quemaduras en cara y brazos. Consuelo: Vinatier y De Lageneste se clasifican decimoterceros al volante de un A110.
Otros dos M64 son inscritos en los 1000 km de Nürburgring, donde Bianchi y Vinatier hacen debutar el motor de 1300 cc, mientras que De Lageneste hace equipo con el alemán Peter Ruby sobre uno de 1150 cc. Los dos coches se comportan dignamente pero deben abandonar; el primero a consecuencia de un sobrecalentamiento y el segundo por rotura de motor.
Tras la adquisición de René Bonnet por Matra y ante la ausencia de CD (cuyo único coche insuficientemente preparado se retiró) Alpine es la única marca francesa representada en Le Mans y tras la demostración de abril, las esperanzas de la prensa y del público son grandes. Como las de Renault, que por primera vez muestran su anagrama en el lateral de la carrocería. Y eso que tiempo atrás, cuando Alpine lanzó su propia marca, recibió una carta en la que se hacía constar la prohibición de usar el nombre de Renault. ¡¡¡ Cómo cambian los tiempos !!!
Alpine es uno de los favoritos en ambos índices, incluyendo el de rendimiento, cuyo reglamento ha cambiando a favor de las pequeñas cilindradas. Tras el accidente ocurrido en la Targa Florio, se presenta un solo M65, junto con tres M64, el M63B y un A110 GT4 prototipo. Éste no era más que un suplente pero se benefició de la retirada de la berlineta vista en los ensayos.
Respecto a los pilotos, Grandsire se ha reestablecido pero Cheinisse queda apartado tras un nuevo accidente ocurrido en la carretera mientras probaba el coche de un cliente. Le Mans será una terrible decepción porque ningún coche verá la bandera de cuadros.
Bernard Boyer lo explica así: “La carga de trabajo ocasionada por los programas F2, F3 fábrica y F3 clientes nos ha penalizado. Si hubiéramos corrido Le Mans en las mismas condiciones que en 1964, habríamos ganado.”
Afortunadamente, esta afrenta será lavada por la séptima plaza del M65 de Bianchi y Grandsire en las 12 Horas de Reims por delante del M64 de Vinatier y De Lageneste, con los Alpine ocupando las cuatro primeras posiciones en su categoría, tras el éxito de los hermanos Bianchi en los 500 km de Nürburgring frente a la armada Abarth. En esta ocasión, Mauro y Lucien demostraron que un coche concebido para el circuito de Le Mans podría triunfar igualmente en un circuito sinuoso.
Info: Alpine au Le Mans 1963-1995, de François Hurel.
Es muy bonito,que buenos coches tienes joio
ResponderEliminarUna joya, vengo de ver el Matra de 966 y no se con cuál quedarme.
ResponderEliminarMentira, bien que lo se, ¡me quedo con los dos!
Abrazos!