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lunes, 4 de marzo de 2024

Ferrari 512 TR LB, un Testarossa remodelado por Liberty Walk


Ferrari 512 TR LB.
Remodelado por Liberty Walk (JAP).
Sema Show de Las Vegas (USA) 2021.

Ref. GT423 de GT Spirit, limited edition.
Estático en resina a escala 1:18.
(Colección Garage 118 de Mulsanne Stone).

Ferrari 512 TR (Testarossa).
El Ferrari 512 TR es un biplaza deportivo de 2 puertas fabricado entre 1984 y 1996 por la marca transalpina Ferrari. En italiano, testarossa significa "cabeza roja", y hace referencia al color de las cabezas planas de los 12 cilindros del motor Ferrari, pintadas en color “rosso corsa”. Su presentación se hizo en el Salón del Automóvil de París de 1984. El diseño de la carrocería salió de la mesa de dibujo del genial Pininfarina.

Pininfarina había diseñado un coche que rompía con el pasado, capaz de desmontar los cánones estéticos de la época. Sucesor del 512 BBi, el coche presentaba a lo largo de las puertas seis vistosas canalizaciones laminadas para conducir el aire a los radiadores laterales, mientras los grupos ópticos posteriores quedaban camuflados bajo una parrilla horizontal de color negro.

Igual de original era la presencia de un único retrovisor lateral a lo largo del montante delantero izquierdo, innovación que sería abandonada posteriormente en 1987 en favor de una solución más convencional. La decisión de mover los radiadores de la parte delantera a los laterales comportó una construcción más compacta del biplaza y, al mismo tiempo, le proporcionó unos rasgos característicos.















Con ello el carrocero piamontés supo traducir la técnica en diseño. Del mismo modo, la parte posterior resultaba notablemente más ancha que la parte delantera. El diseño en forma de cuña contribuyó obviamente al éxito del Testarossa. Una característica que, de nuevo, tenía tanto una razón técnica como estética: era necesario alojar en posición central el V12 a 180º y, al mismo tiempo, montar unos neumáticos de una anchura especialmente generosa para poder transferir al asfalto la potencia de 390 CV. Una vez más, sugerencia de Pininfarina.

En aquella época, quería ser la versión del F1 para carretera, considerando que su velocidad de casi 300 km/h (186 mph) era excepcional para su década. No precisaba de spoiler, ya que el parabrisas era tan atrasado e inclinado, que hacía de alerón central. El fondo del coche era de chapa plano, para producir un efecto suelo que colaboraba con la estabilidad del coche a velocidades superiores a los 200 km/h (124 mph).















Aunque el Testarossa tuvo éxito en la carretera, no apareció en circuitos, a diferencia del 512 BBi. No obstante, se convirtió en un sinónimo de los años 80 y en la actualidad desempeña una parte de la cultura retro de esa década. Esta popularidad hace de este modelo uno de los buques insignia de Ferrari, a pesar de su desaparición a mediados de los años 90. Su fama hace que a día de hoy sea un modelo muy venerado por los fanáticos de la marca italiana.

Liberty Walk.
Liberty Walk Performance es una compañía nipona que se dedica a la remodelación de automóviles de gama alta. Liberty Walk practica el "Bossozoku", que es parte de la antigua cultura del automóvil personalizado de Japón, de la que la empresa se siente muy orgullosa. A la gente le gusta o no le gusta, no hay término medio.

Algunos encuentran su trabajo ridículo y exagerado. Para los puristas de cada marca que pone en sus manos, Kato es un “asesino”, y lo que logra es disminuir la reputación, la usabilidad y la finalidad de los autos en los que trabaja. Sin embargo, para muchos otros, Kato está mejorando y resaltando las mejores características de cada vehículo; sus seguidores se han vuelto casi religiosos debido a cómo plasma sus ideas tan radicales.
















Con esta idea se inició "LB☆WORKS".
Un día, un cliente y amigo del fundador y director ejecutivo de Liberty Walk Performance, Wataru Kato, quería un Lamborghini y adquirió un Murciélago. Sin embargo, el Murciélago normal no tenía la ferocidad propia de un Lamborghini. En 2008, Liberty Walk desarrolló un kit de carrocería original para el Murciélago en respuesta a la petición del amigo de Kato y a las solicitudes de otros clientes que reclamaban una apariencia más selecta y elegante. Este fue el comienzo de la marca original "LB☆Performance".

Al año siguiente, en 2009, el Murciélago equipado con el kit de carrocería de ``LB☆Performance'' se exhibió en el Sema Show de Las Vegas, una exposición de automóviles personalizados y accesorios que se realiza en el oeste de los Estados Unidos desde el año 1967. "LB☆PERFORMANCE" hizo su debut mundial. Sin embargo, a pesar de recibir buenas críticas de los visitantes, apenas generó negocio.

Wataru Kato se quedó con una rara sensación y pensó lo fácil que sería detenerse ahí. Sin embargo, concluyó que, “si una vez retrocedes, nunca podrás volver a avanzar”. Así que desarrolló un nuevo Murciélago "LB☆WORKS" y lo exhibió en el Sema Show 2012. El impacto de la presentación fue fuerte. Cuando el público estadounidense vio el Murciélago “LB☆WORKS'', aplaudió y dijo: "¡Ya están aquí los japoneses y han venido para quedarse!".















Actualmente, existen aproximadamente 200 unidades LB☆WORKS en Japón. Hay más de 350 máquinas LB☆WORKS en el mundo. Hoy en día, este estilo ha crecido hasta convertirse en uno de los métodos de personalización más populares entre los entusiastas de los automóviles. Un coche con el sello “LB☆WORKS” está hecho artesanalmente, a mano, uno por uno. Por tanto, es imposible crear un gran número de unidades. Además, sigue el principio de "no fabricar vehículos con las mismas especificaciones". Es por eso que cada ``LB☆WORKS'' es único.

De esta manera, Kato y Liberty Walk siempre se han esforzado por expresarse libremente, sin reprimirse ni atarse a nada. Al mismo tiempo, han convertido muchas opiniones negativas en poder y han creado una corriente con un estilo propio en el mundo. Continúan difundiendo por todo el mundo la famosa cultura japonesa de remodelación "Works Style".

El prototipo Murciélago ``LB☆WORKS'' está basado en el automóvil propiedad del cliente antes mencionado que era amigo de Kato. Una semana antes de fallecer, tras sufrir una grave enfermedad, Kato prometió a su cliente: "No te preocupes, te haré el Lamborghini más famoso del mundo". Ese vehículo renació y, actualmente, todavía es propiedad de Wataru Kato.















Opinión personal.
Con respecto a este modelo estoy entre dos aguas. Por un lado, pienso que el resultado final de la carrocería del coche es brutal, estéticamente hablando. El coche es precioso, lo mires por donde lo mires. El kit que han utilizado no ha desvirtuado del todo la imagen que tenemos del Testarrosa, pues aun puede adivinarse el coche original, de dónde proviene la “remodelación” (palabra que utilizan en la web de Liberty Walk para explicar el proyecto).

En efecto, señalan que se trata de una remodelación “estilo Bossozoku”, presentándolo como una tradición clásica nipona de personalización de automóviles. Bajo mi punto de vista es lo que todos conocemos como tunning, simple y llanamente. Es decir, compras un kit compuesto por spoiler delantero, faldones laterales, alerón trasero, difusor trasero, pasos de rueda y llantas y un especialista te lo monta todo con una perfección absoluta.

Y aquí es donde cambio de parecer y me voy a mi lado más purista. Y siento que, en concreto, este trabajo de Kato es un atentado contra la esencia exclusiva de un coche clásico. Descuartiza todo el diseño original de un carrocero tan transcendental, tan significativo y tan importante en la historia del automóvil como lo fue Pininfarina. A un coche clásico no se le hace esto. Porque básicamente se trata de adaptarle al coche un kit de montaje. Repito, esto es simplemente tunning.

Entendería un proyecto como el de Kimera con el EVO37, un proyecto que reinventa al mítico Lancia 037, con el que solamente comparte una estética prácticamente calcada; el resto es todo nuevo y actualizado al siglo XXI. A mí particularmente me gusta mucho. Si Kato hiciera una versión personal al “estilo Kimera” del 512 TR, que lo reinventara y le diera otro nombre, pues lo entendería y lo valoraría positivamente. Pero instalarle ese kit a un pedazo clásico de 35 ó 40 años significa cargártelo del todo; ese clásico desaparece, ya no se mostrará como tal en eventos de simpatizantes del automovilismo. Un clásico menos. Y ya no te digo si Kato se mete en el interior y engendra un pastiche clásico/moderno cambiando volante y/o baquets… que de éstos este señor también tiene en su catálogo.

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